Política
¿Cómo impactó el recorte del gasto público en el primer año de Javier Milei?
El 2024 marcó un cambio drástico en la política económica del Gobierno de Javier Milei, con un recorte del gasto público cercano al 26%. Este ajuste, impulsado por la necesidad de alcanzar un superávit primario, tuvo un fuerte impacto en las partidas de jubilaciones, subsidios y obra pública. En este artículo, desglosamos las implicancias de estos recortes y cómo afectaron al presupuesto nacional en su primer año de gestión.
Recorte del gasto y superávit primario
El Gobierno de Javier Milei implementó un ajuste fiscal inmediato para lograr superávits en los primeros meses de su mandato. Según los datos preliminares del Ministerio de Economía, el 2024 cerró con un superávit primario de 1,9% del Producto Bruto Interno (PBI). Sin embargo, este superávit se redujo a 0,3% al incluir el pago de intereses de la deuda externa.
El ajuste fue particularmente marcado en áreas clave del gasto público. Las transferencias a las provincias, la obra pública y los subsidios fueron algunas de las áreas más afectadas por el recorte. La idea de Javier Milei era enviar una señal al mercado sobre la solvencia del Estado, evitando tanto el financiamiento por la vía de la asistencia monetaria del Banco Central (BCRA) como por endeudamiento adicional.
El impacto en las jubilaciones y pensiones
Una de las áreas más afectadas fue el gasto en jubilaciones y pensiones, que representa la mayor parte del presupuesto público. Según estimaciones de la consultora Analytica, el recorte en este sector fue del 14%. La reducción fue más pronunciada en los primeros meses del año y se estabilizó cuando se implementó la fórmula de ajuste mensual por inflación. Sin embargo, en diciembre, el gasto en jubilaciones creció un 20% en comparación con el mismo mes del año anterior.
La caída de la obra pública y otros gastos
La obra pública sufrió un golpe aún mayor, con una caída del 76% en comparación con 2023. Este recorte se reflejó en una drástica reducción de los fondos destinados a infraestructura, pasando de 8,6 billones de pesos en 2023 a solo 2 billones en 2024.
Por otro lado, los subsidios económicos y las transferencias a las provincias también fueron severamente reducidos, con caídas cercanas al 37% y 70%, respectivamente. Esto reflejó un cambio en la estructura del presupuesto, que priorizó los gastos corrientes, como las jubilaciones, en lugar de los gastos de capital.
El futuro fiscal del Gobierno y la sostenibilidad del superávit
A pesar de los recortes, la administración de Javier Milei aspira a mantener un superávit primario en el 2025 para cubrir los pagos de intereses de la deuda pública. Aunque el recorte en el gasto fue significativo, se espera que el próximo año el Gobierno busque equilibrar las cuentas públicas sin recurrir a más ajustes drásticos.
El recorte del gasto público en el primer año de la gestión de Javier Milei tuvo un fuerte impacto en sectores clave como las jubilaciones, la obra pública y los subsidios. Este ajuste, aunque necesario para alcanzar el superávit primario, dejó una marca en los servicios y las transferencias a las provincias. A medida que se proyecta el horizonte fiscal del 2025, será clave evaluar si el Gobierno podrá mantener el equilibrio sin poner en riesgo el bienestar social.
Este ajuste es solo una parte del complejo panorama económico que enfrenta el país, y el futuro dependerá de cómo el Poder Ejecutivo logre gestionar el superávit sin comprometer el crecimiento a largo plazo.