Política
Karina Milei: La figura clave en la expansión de LLA
Desde que Javier Milei asumió la presidencia, el rol de Karina Milei dentro de La Libertad Avanza (LLA) se ha vuelto fundamental, aunque no exento de controversias. La hermana del presidente no solo ha sido una aliada estratégica, sino que ha consolidado su lugar como la cara visible de la expansión territorial del partido libertario, una tarea que ha enfrentado tanto desafíos como elogios.
Karina Milei no es una figura desconocida, pero su influencia en el armado político de LLA ha crecido a pasos agigantados en 2024. Durante el año, recorrió 15 provincias y la Ciudad de Buenos Aires, con un claro enfoque en fortalecer la presencia nacional del partido, sin dejar espacio para disidencias internas. Este enfoque ha sido una pieza clave en el proceso de expansión del movimiento, con Javier Milei liderando desde la presidencia mientras ella afianzaba el control territorial.
Con el apoyo de Martín Menem, Karina Milei evitó alianzas con partidos tradicionales como el PRO, eligiendo en su lugar trabajar con figuras que compartieran los ideales libertarios sin compromisos previos. Esta estrategia de selección de aliados ha sido esencial para evitar la influencia de políticos que no se alinean con la visión de la "hermana presidencial".
Una de las características más notorias de Karina Milei ha sido su liderazgo firme. No solo selecciona a los referentes provinciales, sino que también establece límites claros. Esto se reflejó en el desplazamiento de figuras como Ramiro Marra y la exclusión de José Luis Espert, quienes, a pesar de ser aliados iniciales, no encajaron con la visión que Karina tenía para el espacio.
En cuanto a su modelo de expansión provincial, Karina Milei sigue una lógica centralista, limitando la participación a militantes preinscriptos y candidatos cuidadosamente seleccionados. Bajo esta modalidad, figuras como Gabriel Bornoroni, un empresario cordobés sin trayectoria política, han sido promovidas, mientras que intentos de acercamiento de dirigentes como Luis Juez no tuvieron éxito. Este control estricto ha sido parte de su estrategia para consolidar el poder dentro del partido.
Al mismo tiempo, Karina Milei ha delegado en perfiles como Agustín Laje la llamada "batalla cultural", un frente clave para conectar con los sectores juveniles y académicos del país. Este tipo de estrategia, que combina control y discurso disruptivo, refuerza los lazos con el núcleo duro de LLA y busca asegurar su lugar en la política argentina.
Sin embargo, la figura de Karina Milei no está exenta de críticas. A pesar de su influencia creciente, su imagen negativa es significativa, con un informe de Giacobbe Consultores que señala un 43% de rechazo. Un estudio de la Universidad de San Andrés destaca un 55% de imagen negativa frente a un 26% positiva. Esto genera dudas sobre el impacto que su participación activa pueda tener en el gobierno, dado que no fue elegida democráticamente.
A pesar de esto, Karina Milei no detiene su agenda. En 2025, se espera que continúe con su estrategia de giras provinciales, buscando fortalecer la relación con la militancia y demostrar unidad en un partido que, aunque sólido en su base, enfrenta tensiones internas.
Aunque las listas electorales están en pausa, el desafío para Karina Milei será evitar fragmentaciones internas y consolidar el liderazgo de LLA, lo que será esencial para asegurar que el proyecto libertario tenga un lugar destacado en el futuro político de Argentina.