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Alejandro Álvarez: el nuevo aliado universitario de Milei en la lucha contra el sistema

El subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, conocido como “El Galleguito”, experimentó un giro decisivo en su carrera política y universitaria en los últimos días. En una primera reunión cara a cara con el presidente Javier Milei, Álvarez reafirmó su lealtad hacia el modelo libertario de gestión, a pesar de las críticas de los sectores educativos que lo tildan de autoritario y desinteresado en el diálogo. Este encuentro simboliza la consolidación de una postura en la que la afinidad ideológica pesa tanto como la eficiencia en la toma de decisiones.

Desde su llegada a la subsecretaría, Álvarez ha estado en la mira por sus decisiones de ajuste presupuestario, exacerbando las tensiones con la comunidad universitaria. En abril, en el marco de una manifestación multitudinaria en la Plaza de Mayo, Álvarez puso su renuncia a disposición como un gesto para aliviar la presión. Santiago Caputo, el asesor presidencial, le pidió que se mantuviera firme en su puesto. Según fuentes oficiales, Milei valora la fidelidad ideológica de sus funcionarios más que la capacidad técnica, y Álvarez cumplía ambas condiciones.

El subsecretario cuenta con una amplia experiencia en militancia universitaria peronista, que se fracturó en 2013 por su oposición al kirchnerismo. Su trayectoria en la Juventud Universitaria Peronista y su abandono de la militancia K le otorgaron credibilidad entre los sectores libertarios, convirtiéndolo en una figura clave en el ecosistema digital de la derecha liberal.

En un reciente debate organizado por TN, Álvarez defendió enérgicamente la estrategia educativa del gobierno, resaltando los supuestos "privilegios de la clase política" y argumentando que la manifestación frente al Congreso no fue más que una movida política liderada por Cristina Kirchner y otros opositores. La postura de Álvarez, que destaca la falta de rendición de cuentas de las universidades públicas, ha sido ampliamente promocionada en redes por los ciber militantes libertarios, sumando a su creciente popularidad entre los simpatizantes de Milei.

Las cifras de ajuste en el financiamiento universitario han causado un fuerte rechazo. En lo que va del año, el Gobierno ha recortado un 31,5% de los fondos destinados a las 57 universidades nacionales, en comparación con 2023. Esto, sumado a una oferta salarial del 5,8% rechazada por los gremios, ha sido percibido como un ataque directo a la educación pública. En respuesta, Álvarez ha mantenido su posición de que la eficiencia presupuestaria y la reducción del gasto innecesario son esenciales en un modelo de equilibrio fiscal que Milei considera fundamental.

El expresidente Mauricio Macri, quien inicialmente mantenía una relación cordial con Milei, ha manifestado públicamente su desconcierto ante el doble discurso del actual presidente, quien por un lado escucha sus consejos y por otro mantiene medidas opuestas. Desde el PRO, Macri intenta definir su postura frente al veto universitario, entre mantener la neutralidad o ceder a la presión de sectores como la UCR, que exigen más transparencia en la gestión de las universidades.

Como parte de las medidas para enfrentar el déficit presupuestario, el Gobierno avanzará en el arancelamiento para estudiantes extranjeros en universidades públicas, en un esfuerzo por garantizar la sostenibilidad de la educación universitaria. Aunque esta medida aún está en discusión, promete desatar una ola de nuevas protestas.