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¿Trump privatizará el Servicio Postal de los Estados Unidos? Las claves de una polémica propuesta que divide al país
El presidente electo Donald Trump ha puesto sobre la mesa la posibilidad de privatizar el Servicio Postal de los Estados Unidos (USPS), una idea que podría transformar profundamente el panorama económico y social de la nación. La propuesta surge en un contexto de severas pérdidas financieras que acosan a la agencia, las cuales se han convertido en un dolor de cabeza para el equilibrio fiscal del país.
Según reveló un informe de The Washington Post, Trump discutió con Howard Lutnick, su seleccionado para el puesto de secretario de Comercio, la opción de privatizar el USPS durante una conversación en su residencia en Mar-a-Lago, Florida. La fuente, basada en testimonios de personas cercanas a la situación, indicó que el mandatario estaba alarmado por las pérdidas anuales de la agencia, que en el último año fiscal alcanzaron los 9,5 mil millones de dólares, lo que representa un aumento considerable respecto a los 6,5 mil millones del ejercicio anterior.
El USPS, que genera cerca de 80 mil millones de dólares en ingresos operativos, sigue enfrentando graves dificultades financieras debido a una serie de factores estructurales, como las compensaciones laborales y los elevados costos en pensiones y atención médica. A pesar de los esfuerzos por modernizarse, la agencia sigue acumulando pérdidas, lo que ha llevado a Trump a sostener que el gobierno no puede seguir subsidiando una entidad que no logra ser autosuficiente.
Impacto de la privatización: ¿Beneficio o riesgo para las pequeñas empresas y
los usuarios?
La privatización del USPS podría tener efectos profundos en diversas industrias, particularmente en el sector del comercio electrónico. De llevarse a cabo, la medida podría liberar a pequeñas empresas y comunidades rurales de los costos asociados al servicio público, permitiéndoles acceder a opciones de entrega más rápidas y eficientes, además de generar cientos de miles de nuevos empleos en el sector privado.
En el contexto actual, empresas como Amazon dependen del servicio postal para la entrega de "última milla", lo que hace que cualquier cambio en el modelo de negocios del USPS tenga un impacto directo en el comercio digital. Sin embargo, los detractores de la privatización advierten sobre los riesgos de un sistema de entrega menos accesible y más costoso, especialmente en áreas rurales, donde el USPS sigue siendo esencial.
A nivel político, la propuesta también pone sobre la mesa un debate acerca de la sostenibilidad de los servicios públicos. Para algunos, privatizar el USPS podría ser una manera de corregir una estructura financiera insostenible, mientras que para otros, representa una amenaza para los derechos laborales y la accesibilidad del servicio.
El legado de Trump y la relación con el USPS
Durante su primer mandato, Trump ya había dejado en claro su desconfianza hacia el USPS, llamándolo "una broma" en repetidas ocasiones. En medio de la pandemia, fue categórico al exigir que la agencia aumentara las tarifas de entrega de paquetes, negándose a otorgar un préstamo de estímulo si no se cumplían sus condiciones. Esta postura se alineaba con su visión de una mayor eficiencia en los servicios públicos y su enfoque en la reducción del gasto gubernamental.
No obstante, el USPS ha defendido su labor, argumentando que ha implementado un plan de modernización que ha permitido reducir significativamente los costos laborales y de transporte, logrando ahorrar más de 2 mil millones de dólares en los últimos años. Sin embargo, la agencia sigue enfrentando un desafío: la caída de los volúmenes de correo tradicional, que sigue siendo su principal fuente de ingresos.
Privatización: un tema polémico
Si bien la privatización del USPS aún está en discusión, la propuesta resalta la creciente preocupación sobre la viabilidad económica de los servicios públicos en un mundo cada vez más competitivo. Las implicaciones económicas de esta medida son complejas, y aunque algunos consideran que podría ser una solución viable para equilibrar las finanzas del servicio postal, otros temen que se pierdan beneficios sociales clave.
En conclusión, la privatización del Servicio Postal de los Estados Unidos promete ser un tema de debate feroz en los próximos años, con implicaciones tanto para el sistema postal como para la economía y el empleo en el país. ¿Será esta una solución a largo plazo para un sistema público en crisis, o una jugada que generará más desigualdad y conflictos sociales? El tiempo lo dirá.