Política

Debate en redes sociales: Feudale expuso contradicción entre propaganda política y decreto oficial

La locutora y periodista Marcela Feudale desató un fuerte debate en las redes sociales al señalar una flagrante contradicción entre el Decreto 1084/2024, que prohíbe la propaganda política en edificios públicos, y la presencia de un mensaje partidario en la aplicación oficial "Mi Argentina". A través de una captura de pantalla, Feudale evidenció cómo un espacio estatal destinado a facilitar servicios a los ciudadanos se convierte en una plataforma de promoción política a favor del gobierno de Javier Milei.

En la publicación, la periodista mostró un texto que aparecía al abrir la app, destacando un mensaje propagandístico que, lejos de ofrecer información neutral sobre los servicios del Estado, enaltecía la gestión presidencial: “Primer año de gestión: Reordenamos las cuentas, pulverizamos la inflación, quitamos privilegios, eliminamos normas inútiles y recuperamos la confianza en nuestro país”. La frase, que no solo alude a logros económicos, sino que refuerza la figura del presidente como un líder reformista, contrasta con las normas establecidas en el mencionado decreto.

El Decreto 1084/2024, que prohíbe la propaganda política en edificios públicos nacionales, busca evitar que recursos estatales sean utilizados para fines partidarios. Sin embargo, la contradicción radica en que “Mi Argentina”, aunque no sea un edificio físico, puede interpretarse como un "espacio público virtual", dado su carácter institucional y su relevancia como herramienta de acceso a servicios ciudadanos. Así, el uso de esta plataforma como vehículo para enaltecer al presidente genera un claro conflicto con las disposiciones del decreto.

El contenido de la app, al incluir enlaces a la página oficial del gobierno con detalles sobre las políticas de Milei, refuerza la percepción de que el Estado, a través de sus plataformas, utiliza recursos públicos para fines partidarios. Esta situación evidencia un "doble estándar" en la gestión, tal como advirtió Feudale en su denuncia.

El episodio no tardó en generar polémica en las redes, donde la periodista fue blanco de ataques por parte de usuarios vinculados a posturas libertarias, quienes la acusaron de ser una simpatizante kirchnerista, usando el término despectivo "kuka". No obstante, Feudale dejó en claro que su intención no era respaldar ninguna ideología, sino simplemente señalar una incoherencia del gobierno que promueve la transparencia y la imparcialidad, pero luego se vale de recursos públicos para fines claramente políticos.

Este incidente pone de manifiesto una nueva contradicción en el accionar del gobierno de Javier Milei, cuyas medidas, que buscan limitar la propaganda política en el sector público, se ven desvirtuadas por la utilización de una herramienta estatal para fines completamente opuestos. Así, el discurso oficial sobre la lucha contra el clientelismo político y el uso de recursos públicos se ve socavado por la misma administración que lo promueve, revelando una incoherencia que sigue alimentando el debate en la política bonaerense y nacional.