Política

El peronismo del Conurbano muestra su grieta en la pelea entre Quilmes y Avellaneda

El peronismo del conurbano bonaerense está experimentando una intensa disputa interna, con choques evidentes entre La Cámpora y un grupo de intendentes y legisladores que respaldan a Axel Kicillof de cara a las elecciones de 2025.

Recientemente, Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda, provocó un nuevo enfrentamiento al realizar un acto político en Quilmes, donde criticó abiertamente a la intendenta Mayra Mendoza, y posteriormente en Lanús, acompañado por su par de Berisso, Fabián Cagliardi.

Ferraresi, junto con otros intendentes como Mario Secco y Juan José Mussi, han marcado a La Cámpora como su principal blanco dentro del partido.

Desde Avellaneda, minimizaron el incidente ocurrido recientemente en la Casa de Gobierno provincial, pero Ferraresi aseguró que están buscando "consecuencias" como respuesta a los comentarios de Mendoza.

Ferraresi señaló la necesidad de analizar las derrotas electorales del peronismo en la PBA para poder construir un camino hacia la victoria en futuras elecciones.

El dirigente también hizo referencia a tensiones internas dentro del gobierno, mencionando sectores que, a pesar de estar en contra, tenían influencia en las decisiones económicas.

En cuanto a la elección de autoridades partidarias prevista para el 17 de noviembre, la dirigencia peronista busca ganar apoyo para marginar a La Cámpora de las decisiones estratégicas en la provincia.

Andrés "Cuervo" Larroque, ministro de Acción Social bonaerense, subrayó la importancia de la alineación entre el gobierno y el partido, destacando que en la PBA el liderazgo lo ejerce Axel Kicillof tanto en la gestión como en el partido.

Además, se está organizando un encuentro para el 1° de julio en San Vicente, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón, donde se espera que Kicillof juegue un papel central.

No se descarta la presencia de Cristina Kirchner en alguno de los eventos de ese día clave para el peronismo, lo que podría dividir aún más las tribus dentro del peronismo bonaerense.

Estas tensiones reflejan un momento crucial para el peronismo en la provincia, con estrategias divergentes y la necesidad de consolidar un frente unido de cara a futuros desafíos electorales.