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Si juega Scioli, que quilombo se va a armar: la interna peronista amenaza con dinamitar el escenario actual

Si Daniel Scioli logra presentarse (como amenaza hoy, por dentro del FDT o con partido propio) en las PASO, le arma tremendo lío al Frente de Todos. Le haría mucho más daño que Javier Milei a Juntos por el Cambio. Ese es el análisis que hace hoy toda la política argentina. Albertonto y el Pichichi lo saben y se frotan las manos. El Presidente está en llamas y Scioli también. Se saben ambos, los dirigentes con representación institucional más humillados de la historia política argentina y parece que están dispuestos a cobrarse ambas facturas en una sola jugada.



El jueves por la tarde, mientras Cristina convocaba a muchos miles de personas (los cálculos, todos intencionados, van desde 55 a 500 mil almas: lo más probable es que hayan sido unas 300 mil), Albertonto llamaba por teléfono uno a uno a los intendentes, gobernadores y sindicalistas que Cristina no había invitado al acto (como a él), para convidarlos a degustar una quijoteada de aquellas: darles pelea a CFK y Massa, con Scioli y Tolosa Paz como candidatos a Presidente y Gobernadora de PBA.

Es verdad, Albertonto es menos creíble que un tsunami en Bolivia, pero firma transferencias, ATN's y otras dulces tentaciones, hasta el 10 de diciembre inclusive; y esas galletitas siempre emocionan a los habitantes del zoo peronista. AF es hoy más parecido a Daren Metropoulos que a Juan Domingo Perón, eso está clarísimo. Daren es el anciano millonario y baboso, propietario de la poderosa empresa que edita la revista Playboy, en la cima del mundo de la paja internacional.

Ese viejo y asqueroso yankee, se come los mejores caramelitos a fuerza de firmar cheques y transferencias (como Alberto en el párrafo anterior). Porqué no pensar que nuestro Daren autóctono pueda abandonar sus chateos nocturnos con damas hot y dediquerse unos meses a enloquecerles la vida a su vice y su ministro de Economía, llamando a todos los dirigentes posible, para ofrecerles chocotorta y acción; y así armarle una estructura al hombre de un solo brazo para dar una pelea histórica.

Despechados, cazafortunas, buscas periféricos, odiadores seriales, anti kirchneristas, anti masistas y muchas otras especies salvajes de la política vernácula actual, correrían desesperados hacia la “Puerta 12” del peronismo light, con las manos y los bolsillos abiertos de par en par. Los uniría el espanto, pero también la billetera, las ansias de protagonismo que generan los años de ostracismo y sobre todo, la seguridad (de ellos) que Wado, Massa o Axel no ganan en ningún escenario posible una elección general frente al PRO.

Así las cosas, si Albertonto y el Pichichi no reculan, pueden llegar a armar tremendo despelote en un oficialismo casi seguramente condenado al fracaso estando unido, imaginate así. Pero hay que decir dos cositas más, una en contra y otra a favor de esta teoría. Por un lado, el armador y su candidato no son de esas personas conocidas como “valientes” políticamente hablando, más bien son dos tremendos cagones y miserables. Por otra parte, esta jugada le conviene a Larreta, casi que lo hace Presidente si gana su interna, y el pelado si que la tiene, la pone (a la chocotorta) y no se achica. 

Así las cosas, si se presenta finalmente este escenario en las PASO del 13 de agosto venidero y cercano, votar sería una verdadera aventura para escalar con chaleco antibalas, máscara anti gas y escudo anti tumultos. Las escuelas con urnas van a ofrecer una peligrosidad mayor que los barrios suburbanos de Rosario a las 3 de la mañana. En otras palabras, Cristina odia profundamente a Albertonto y Massa a Scioli, y esta competencia actuaría como nafta sobre el fuego.

Lo otro lindo de ver, será el último tiempo previo al 24 de junio, el día en que se produce el cierre de listas. En el lado anaranjado de la jaula, la exuberante multiplicidad de tribus retadoras, ofrecerá un panorama inigualable en el que podrán verse miles de especies luchando por su supervivencia, donde ostentar la lapicera calificará como trabajo de altísimo riesgo. Serán demasiados espacios para repartirse un puñadito de lugares a salir y una sábana de nombres de adorno.

En la otra esquina, con pantaloncitos y guantes celestes, la cosa pinta distinto. Allí las tribus son menos, pero más consolidadas. La verdadera pelea será entre sindicatos, intendentes y gobernadores, por los cargos menores; y una mesita ratona para sacarse los ojos entre La Cámpora de Máximo y el Frente Renovador de Massa, para los primeros y más jugosos lugares de las listas. En todos los casos, la abu Cris se reservará el derecho de admisión; y necesitará unos huequitos para colocar a algunos leales sin tierra.