Política
Kicillof apuesta por negociar el traspaso de Aerolíneas Argentinas a Buenos Aires ante la amenaza de privatización
La preocupación por el futuro de Aerolíneas Argentinas no solo atraviesa al gobierno nacional, sino que también ha llegado a la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof impulsa una estrategia para evitar la privatización de la aerolínea de bandera. Ante la posibilidad de que el Gobierno nacional avance con la venta de la empresa, Kicillof ha anunciado la intención de comprar acciones de la compañía y negociar el traspaso de su control a la provincia.
El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, confirmó que se han iniciado conversaciones con el Ejecutivo nacional para explorar un esquema alternativo en el que la provincia podría asumir un papel clave en la operación. Sin embargo, hasta el momento, no ha habido respuesta desde la Casa Rosada, lo que deja a la provincia en una posición de incertidumbre ante el futuro de la aerolínea.
A pesar de las dificultades financieras que atraviesa la provincia de Buenos Aires, que enfrenta un déficit fiscal significativo, Kicillof ha dejado claro que su gestión no permitirá lo que considera un “desastre” para la conectividad nacional, en referencia a la posible venta de Aerolíneas Argentinas. En este sentido, ha expresado su intención de convocar a otros gobernadores para generar un frente común en defensa de la empresa estatal.
El gobierno bonaerense maneja tres alternativas para “sostener” Aerolíneas Argentinas. La primera consiste en asistir técnicamente a los trabajadores que permanezcan en la compañía, apoyándolos con maquinaria y materiales, siguiendo el marco del Decreto Presidencial que permite a los empleados acceder a acciones de la empresa bajo el Programa de Propiedad Participada (PPP). La segunda opción implica la compra parcial del paquete accionario por parte de la provincia, posiblemente en colaboración con otras jurisdicciones, dejando que el resto sea adquirido por los trabajadores. Finalmente, la tercera posibilidad contempla que Buenos Aires adquiera la totalidad de las acciones de la empresa, lo que requeriría un acuerdo interprovincial y la aprobación de una ley que habilite la venta.
No obstante, la viabilidad financiera de estas opciones es limitada, considerando el delicado estado de las cuentas provinciales. El déficit fiscal acumulado y el elevado gasto público en la provincia de Buenos Aires hacen que un proyecto de esta magnitud sea complejo de implementar sin una reestructuración significativa del presupuesto.
Por su parte, el único respaldo explícito al plan de Kicillof provino del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien destacó la importancia de Aerolíneas Argentinas como un símbolo de la conectividad y el desarrollo del país. Quintela elogió la postura de Kicillof como un ejemplo de defensa de lo público, ante la creciente presión por parte de sectores que consideran que la privatización de la aerolínea podría representar un avance hacia la reducción del gasto público.
Mientras tanto, la discusión sobre el futuro de Aerolíneas Argentinas continúa ganando terreno en la agenda política, y la provincia de Buenos Aires se perfila como un actor clave en la búsqueda de alternativas que aseguren la continuidad de la aerolínea como un servicio esencial para la conectividad de millones de argentinos. La respuesta del Gobierno nacional será determinante en los próximos días, y las conversaciones entre las partes seguirán siendo un tema de intenso debate dentro del escenario político bonaerense.