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Los "periodistas ensobrados" son los que reciben dinero en negro, no la pauta oficial

A pesar de la esperanza de muchos respecto a que la suspensión de la pauta oficial anunciada por Javier Milei marque el fin de los llamados "ensobrados" en el periodismo, la realidad podría ser diferente. Esta medida, que corta la publicidad gubernamental por un año, no aborda directamente las prácticas de "compra" de comunicadores, ya que estas transacciones suelen realizarse en negro y con fondos no rendidos.

La expresión "ensobrado" se ha popularizado para señalar a periodistas que abiertamente defienden a políticos o espacios específicos. Sin embargo, esta práctica, evidente en muchos medios, no siempre se financia a través de la pauta oficial. Frecuentemente, se recurre a aportes encubiertos de empresarios cercanos al poder o a fondos destinados a organismos como servicios de inteligencia, donde los gastos no se rinden debido a su carácter "reservado".

La suspensión de la publicidad gubernamental podría afectar la financiación de medios, pero no necesariamente eliminará las prácticas de "ensobramiento", que a menudo son más complejas y opacas. La falta de regulación y transparencia en los ingresos de los comunicadores sigue siendo un desafío independientemente de la presencia o ausencia de la pauta oficial.

Esta medida, en cambio, se centra en recortar gastos en áreas no esenciales y no parece abordar directamente las prácticas poco éticas en el periodismo. La lucha contra la corrupción y la opacidad en la relación entre el poder político y los medios requerirá esfuerzos más amplios y regulaciones específicas.