Política

Milei: entre figuras caninas y bombones de los líderes conservadores a la tapa de Time

En una reveladora entrevista radial con Eduardo Feinmann en "Alguien tiene que decirlo" (Mitre), la periodista Vera Bergengruen detalló su extenso reportaje que catapultó al presidente Javier Milei a la portada de la revista Time. Durante 16 páginas, Bergengruen presentó un perfil exhaustivo del líder de La Libertad Avanza, diseñado para un público internacional que, en su mayoría, desconocía su figura más allá de sus llamativos actos y su carismática campaña.

"Escribí para un público global, que quizá conocía a Milei por su estilo y su imagen, pero no necesariamente en profundidad" explicó Bergengruen. La periodista también destacó que Milei utiliza su oficina en la Casa Rosada, el tradicional recinto con el sillón de Rivadavia, únicamente para ceremonias y entrevistas, y no para trabajar.

Bergengruen, quien vivió en varios países y ahora es corresponsal en Buenos Aires para la prestigiosa revista estadounidense, lamentó que la entrevista se realizara poco después de la Marcha Universitaria, lo que limitó la actualidad de las preguntas. "Las preguntas tuvieron un carácter más atemporal, para entender cómo piensa Milei," afirmó.

Durante la entrevista, se compartió un fragmento de la charla que Milei tuvo con Luis Majul, en la que el presidente mencionó su aparición en la portada de Time. "Debo ser el noveno argentino en estar en la tapa, creo que algún mérito debo tener," dijo Milei, en respuesta a un comentario de Ricardo López Murphy, a quien ironizó por haberlo llamado "fenómeno barrial."

Bergengruen destacó la importancia de la figura de Milei para los lectores de Time debido al "experimento" que está llevando a cabo en Argentina. "Elegimos a Milei porque su elección fue un shock, prometiendo cambios radicales en un país que lleva mucho tiempo en crisis," explicó. "Hay fascinación por su personaje y por lo que está haciendo en el país."

La periodista subrayó que ser portada de Time no equivale a respeto internacional. "El Milei de la tapa es una cosa, y el de la nota es otra," dijo, refiriéndose a la mezcla de percepción pública y realidades políticas que Milei enfrenta. Según ella, muchos empresarios estadounidenses consideran el estilo de Milei como una distracción.

Bergengruen prefirió otro título para la portada: "Terapia de shock", en lugar de "El radical", destacando la diferencia en la connotación de la palabra entre inglés y español. La entrevista concluyó con un análisis sobre la sostenibilidad del apoyo popular hacia Milei en el contexto de la inflación y las expectativas de los ciudadanos.

Además, la periodista compartió anécdotas sobre el entorno personal de Milei, incluyendo su despacho lleno de regalos de seguidores, como figuritas y tazas con imágenes de sus perros y figuras políticas admiradas por el presidente, aunque aclaró que no indagó en aspectos de su vida privada.

"Le pedí que me mostrara su último libro y observé su mesa llena de obsequios de los fans," relató Bergengruen. "Hasta tenía bombones con las caras de Ronald Reagan y Margaret Thatcher." Esta observación cerró con un tono enigmático una entrevista que, más allá de su contenido, buscó desentrañar al hombre detrás del personaje público.

La revelación de esta entrevista muestra cómo la figura de Milei sigue captando la atención, no solo de sus compatriotas, sino del mundo entero, mientras enfrenta desafíos internos y externos en su gestión gubernamental.