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Milei aclara su postura sobre las universidades públicas tras la polémica por sus declaraciones

El presidente Javier Milei intentó calmar la controversia generada por sus declaraciones del pasado sábado, donde sugerencia que solo los hijos de familias ricas asisten a las universidades públicas. Esto fue interpretado como un primer indicio de que el gobierno podría estar considerando el arancelamiento de la educación superior. Sin embargo, este martes Milei fue enfático: “La universidad va a seguir siendo pública y no arancelada, eso no se toca”, aclaró en una entrevista.

Milei explicó que la universidad pública y gratuita no está en discusión. “Gratuita no es, alguien la paga, y en este caso la están pagando mayormente los que no van”, sostuvo el mandatario, señalando que el verdadero debate radica en la auditoría de los fondos que reciben las universidades públicas. “¿Acaso están a favor de que se utilicen las universidades políticamente para robar en beneficio de delincuentes de la política?”, disparó, insistiendo en que los recursos deben ser auditados.

En cuanto a su veto a la ley que regularía los salarios de los docentes, Milei argumentó que el problema principal era la falta de especificación sobre de dónde provendrían los fondos. No obstante, se mostró dispuesto a trabajar en una nueva normativa, siempre y cuando se defina cómo se financiará. “No voy a subir impuestos ni tomar más deuda”, aclaró.

Mientras tanto, la comunidad universitaria no ha tardado en reaccionar. Luca Bonfante, titular del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UBA, denunció que más de cien universidades están públicas participando en protestas y tomas para reclamar por un mayor financiamiento. Asimismo, los docentes del Colegio Nacional Buenos Aires han iniciado un paro de 96 horas en reclamo de mejoras salariales, sumándose a las clases públicas organizadas por la Asociación Gremial Docente de la UBA.

La afirmación de Milei sobre que solo los hijos de ricos o de clases medias acomodadas asisten a las universidades públicas chocan con las estadísticas, que muestran que casi la mitad de los estudiantes de estas instituciones está por debajo de la línea de pobreza. Además, el anuario universitario señala que en 41 de las 56 universidades nacionales, más del 50% de los nuevos estudiantes son la primera generación de universitarios en sus familias. Un ejemplo de esto se refleja en la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ) y la Universidad Nacional del Oeste (UNO), donde 7 de cada 10 estudiantes son los primeros en sus familias en acceder a la educación superior.