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Frigerio asumió tras 25 años de peronismo en Entre Ríos pero no tiene para pagar sueldos

En una ceremonia que marcó un hito histórico, Rogelio Frigerio asumió como gobernador de Entre Ríos, poniendo fin a casi 25 años de hegemonía peronista. El nuevo mandatario recibió los atributos del justicialista Gustavo Bordet, ahora diputado nacional, en un acto que congregó a la Asamblea Legislativa y a la Plaza Mansilla frente a la Casa de Gobierno.

Frigerio, ante la delicada situación económica de la provincia, expresó sinceridad al afirmar que "no hay más plata", haciendo eco de las palabras del presidente Javier Milei. Anunció medidas de austeridad, destacando la necesidad de ordenar las cuentas públicas en un contexto financiero complejo.

La provincia, sin ahorros y endeudada, enfrenta compromisos inmediatos, como el pago de sueldos en enero, para lo cual se tomará una deuda a corto plazo de 30 mil millones de pesos. Frigerio también detalló compromisos impagos y la urgencia de cubrir deuda en dólares.

Con el objetivo de obtener datos certeros sobre la situación financiera, solicitó a la Auditoría General de la Nación realizar un estudio. Frigerio, enfocado en resolver problemas concretos, subrayó que buscará posicionar a Entre Ríos como destino de inversiones y mejorar la calidad educativa y de salud.

En su intervención, el gobernador abordó el quiebre entre dirigencia y sociedad, comprometiéndose a reconstruir la confianza. Anunció medidas de transparencia, como la reducción de cargos políticos, concursos para empleos estatales y reformas en la ley de contrataciones del Estado, acceso a la información y ética pública.

Frigerio, al asumir su gobierno, enfrenta un desafío significativo y aboga por un cambio de cultura política, promoviendo el diálogo y la acción conjunta para resolver problemas concretos y superar la grieta que afecta a la sociedad entrerriana.