Política
China denuncia doble estándar de EE UU sobre el acuerdo nuclear con Irán: caminamos hacia un mundo en constantes guerras
China advierte que las reglas globales que prohíben la proliferación de armas nucleares están en riesgo debido a las diferentes normas de no proliferación que se aplican a Irán y los aliados de Estados Unidos.
El “doble estándar” significa que medio siglo de esfuerzos para restringir la posesión de ojivas atómicas podría comenzar a desmoronarse, lo que podría empujar a los países a cruzar el umbral nuclear, evaluó el embajador de China ante el Organismo Internacional de Energía Atómica, Wang Qun.
Los países occidentales esperan que Irán limite sus reservas de combustible nuclear para revivir un pacto de 2015 y eliminar sanciones económicas radicales, según Wang. Mientras tanto, EE.UU. y el Reino Unido planean transferir cientos de kilogramos de uranio altamente enriquecido a Australia como parte de un acuerdo para vender submarinos nucleares, dijo.
“En Irán, el punto fundamental del acuerdo nuclear fue limitar el tiempo de ruptura a un período de un año o más”, dijo Wang en una entrevista, refiriéndose al intervalo necesario para enriquecer suficiente material nuclear para un arma potencial.
“Sin embargo, en Australia están hablando de proporcionar toneladas de material apto para armas a un estado sin armas nucleares. Estas exenciones corren el riesgo de quebrar las barreras que frenan la proliferación”, explicó.
Puesto que el presidente chino, Xi Jinping, se apronta a reunirse con sus homólogos iraníes y rusos esta semana en Uzbekistán, Pekín está desempeñando un papel diplomático más asertivo en los foros, incluido el OIEA. También está construyendo al menos 150 nuevos reactores en los próximos años a un costo de US$440 mil millones, lo que lo hará superar a EE.UU. como el mayor generador de energía nuclear del mundo.
La enviada de EE.UU. ante el OIEA, Laura Holgate, dijo que la vinculación de China del acuerdo nuclear de Irán con el acuerdo de submarinos de Australia “desafía la lógica”. “No hay un doble estándar entre el contexto de Irán, que tiene un historial de incumplimiento de sus obligaciones de salvaguardias, y Australia, que nunca ha incumplido”, aseguró.
El acuerdo nuclear de Irán con las potencias mundiales fracasó hace cuatro años después de que la Administración Trump retiró a EE.UU., lo que llevó a Irán a tomar represalias aumentando la producción de combustible atómico. Las conversaciones para revivirlo están nuevamente en un punto muerto.
Una investigación del OIEA sobre actividad nuclear iraní en el pasado se ha transformado en el último obstáculo para finalizar un acuerdo que las partes anteriormente consideraban pronto a concretarse. Wang citó la política interna estadounidense de cara a las elecciones de mitad de período de noviembre como otra complicación. Si el acuerdo no se firma en unos días, dijo, probablemente tendrá que esperar hasta después de las elecciones.
Esta semana, China está utilizando una reunión del OIEA para resaltar su descontento con la alianza Aukus creada hace un año, un acuerdo de US$61.000 millones para eventualmente entregar 12 submarinos nucleares armados convencionalmente a Australia. Los estatutos del OIEA prohíben cualquier tipo de asistencia militar a los estados miembros, y Pekín alude a negociaciones de salvaguardias para permitir que Aukus viole las reglas.
Una laguna legal en los acuerdos internacionales de no proliferación permite que el OIEA exima las inspecciones de uranio apto para armas utilizado para propulsar embarcaciones en el mar, siempre que el material pueda ser contabilizado posteriormente. Irán ha sugerido que también podría producir uranio altamente enriquecido para submarinos nucleares.
A diferencia de Irán, Australia necesita el combustible submarino precisamente porque no ha desarrollado la capacidad industrial para enriquecer uranio, dijo Holgate, y agregó que limitar la propagación de esa tecnología, clave para alimentar reactores o bombas, es el centro de la no proliferación nuclear.
Pero China no comparte ese opinión, y sugirió esta semana en una nota diplomática que el “desarrollo autóctono” del combustible apto para armas que necesitan los submarinos habría estado dentro de sus derechos.
El problema “bajo Aukus es que es la primera vez en la historia que dos estados con armas nucleares, descaradamente, directa e ilegalmente, transfieren toneladas y toneladas de materiales para armas nucleares a un estado sin armas nucleares”, señaló.