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El Petiso, Ventajita, el Tarta y el Hijo pelean por manejar el destartalado PJ ¿Y el Pichichi?

Tras cuatro años de tensiones y una contundente derrota electoral ante Javier Milei, el peronismo encara el 2024 con la determinación de consolidarse como la principal fuerza opositora al nuevo gobierno nacional. En este año, el partido se propone discutir la renovación del espacio político, sus liderazgos y su identidad, marcando dos grandes desafíos en medio de medidas económicas impactantes, un DNU de desregulación y la ley ómnibus que espera aprobación con el apoyo de Juntos por el Cambio.

Los legisladores nacionales del peronismo desempeñarán un papel central en la discusión parlamentaria, expresando su rechazo absoluto al DNU y al paquete de leyes propuesto por Milei. Sin embargo, en este inicio de año, el peronismo reconoce la complejidad de presentarse como oposición dura, ya que el presidente mantiene respaldo electoral y expectativas positivas en la sociedad sobre las medidas adoptadas.

Con la perspectiva de que la tolerancia de la sociedad podría disminuir en los próximos meses, el peronismo se plantea como una oposición pragmática, buscando presentar argumentos, un discurso cohesionado y propuestas viables. La estrategia apunta a ser efectivos ante la sociedad, evitando la extrema dureza que podría arrinconar al bloque político.

En cuanto a las figuras destacadas, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, se erige como el principal dirigente opositor, respaldado por su victoria electoral, vinculación con Cristina Kirchner y apoyo de intendentes, sindicatos y movimientos sociales. Otras figuras como Sergio Massa, líder de la oposición por su capacidad de equilibrio durante las elecciones, también se perfilan como actores clave.

La discusión interna de renovación partidaria será un punto focal para el peronismo en 2024, con gobernadores buscando autonomía y algunos explorando acercamientos con el peronismo cordobés. Mientras tanto, referentes como Cristina Fernández K, Máximo Kirchner y Eduardo "Wado" de Pedro desempeñarán roles importantes en la construcción del nuevo perfil opositor. La tarea es compleja, exigiendo un debate profundo y lento sobre los errores, miserias y caminos a seguir del peronismo.