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Rusia busca incrementar la natalidad mientras enfrenta una crisis demográfica
En medio de una caída constante en la tasa de natalidad, Vladimir Putin ha pedido a las mujeres rusas que se enfoquen en la maternidad y tengan más hijos, según declaraciones del Kremlin. Durante el cuarto Foro Anual de Mujeres Euroasiáticas, celebrado en San Petersburgo, el mandatario destacó la importancia del rol femenino en la sociedad y su contribución al crecimiento demográfico.
En su discurso, Putin enfatizó el respeto histórico que Rusia ha tenido hacia las mujeres y mencionó la "Estrategia Nacional de Acción en Beneficio de las Mujeres", que busca crear un equilibrio entre el desarrollo profesional y la maternidad. Según el presidente, las mujeres pueden ser pilares de familias numerosas sin sacrificar sus carreras.
Crisis demográfica en Rusia
Rusia, uno de los países más poblados del mundo, enfrenta una baja tasa de natalidad desde la década de 1990. En los primeros seis meses de 2023, el país registró su nivel de nacimientos más bajo en 25 años. Este fenómeno se ha visto agravado por un aumento en las muertes y la emigración, derivado, en parte, del conflicto en Ucrania.
Según el World Population Review, Rusia tiene una población de 140,8 millones, pero su tasa de natalidad es de apenas 1,5 hijos por mujer. Para mantener una población estable, el país necesitaría una tasa de 2,1. En este contexto, Putin ha subrayado que la supervivencia étnica del país depende de que las familias tengan al menos dos hijos, y tres para incrementar la población.
Incentivos para aumentar la natalidad
El gobierno ruso ha lanzado varias iniciativas para fomentar el crecimiento poblacional. Una de las más notables es el premio "Madre Heroína", reinstaurado en 2022, que otorga un millón de rublos (unos 16.000 dólares) a las mujeres que tengan 10 o más hijos. Además, algunas regiones están ofreciendo incentivos económicos a las estudiantes que tengan hijos mientras cursan sus estudios.
Asimismo, el ministro de Salud, Yevgeny Shestopalov, sugirió a los rusos aprovechar los descansos laborales para "procrear", mientras que la parlamentaria Tatyana Butskaya propuso que las tasas de natalidad sean evaluadas por los empleadores. En un esfuerzo por mejorar la fertilidad, Moscú ha implementado un programa de pruebas de fertilidad para mujeres entre 18 y 40 años.
El contraste con Occidente
Mientras Rusia intensifica sus esfuerzos para aumentar la natalidad, en Estados Unidos, el presidente Joe Biden ha promovido una postura más flexible en cuanto al aborto, lo que contrasta con el enfoque de Putin. Este contraste refleja las diferentes prioridades demográficas de ambos países, en un momento en que Rusia está enfrentando una posible reducción de su población en 15,4 millones para 2046, según estimaciones de Rosstat.
La política de Putin para incentivar la maternidad se presenta como una respuesta urgente ante una crisis demográfica, en la que el descenso de la natalidad amenaza la estabilidad del país a largo plazo.