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Senadora del PRO impulsa ley contra el lenguaje inclusivo en escuelas

El uso del lenguaje inclusivo en las escuelas vuelve a estar en el centro de la polémica. Aldana Ahumada, senadora del PRO por Buenos Aires, ha presentado un proyecto de ley para limitar el uso de términos que incluyan la "x", el "@", y la "e" en los centros educativos de la provincia. La legisladora subraya que estas formas distorsionan el idioma y amenazan el futuro educativo de los estudiantes.

En el proyecto, Ahumada plantea que todas las escuelas de la provincia, tanto públicas como privadas, deben regirse por las normas establecidas por la Real Academia Española (RAE). En concreto, se pide evitar cualquier modificación de las reglas idiomáticas del español que altere las formas gramaticales de género, como las expresadas en lenguaje inclusivo. Además, la propuesta incluye la implementación de mecanismos de supervisión y posibles sanciones para garantizar el cumplimiento de esta normativa.

“Inclusión no es distorsionar el idioma. Basta de hablar con la 'x', el '@' y la 'e'”, declaró Ahumada al presentar su iniciativa en la Legislatura bonaerense. Este proyecto cuenta con el respaldo de otros miembros del bloque del PRO en el Senado provincial y se alinea con medidas similares impulsadas a nivel nacional, como las propuestas por el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.

Controversia sobre el lunfardo y la ideología de género

Una de las críticas al proyecto es que su estricta adhesión a las normas de la RAE podría excluir no solo el lenguaje inclusivo, sino también palabras del lunfardo, ampliamente utilizadas en el día a día de los argentinos. Expresiones como "zarpado" o "bondi" quedarían fuera del ámbito educativo, mientras que términos relacionados con la ideología de género, como "machirulo", podrían ser aceptados.

Ahumada defiende su posición argumentando que el uso del español correcto es fundamental para mejorar la comprensión lectora de los estudiantes, citando que en la provincia de Buenos Aires, el 32,7% de los alumnos tiene dificultades para entender textos básicos. Según ella, “los estudiantes deben aprender bien su idioma antes de experimentar con nuevas formas lingüísticas”.

Un debate sobre la inclusión y la educación

La propuesta de Ahumada no solo ha generado un debate sobre la prohibición del lenguaje inclusivo, sino también sobre la libertad educativa y la influencia de las ideologías en las aulas. La senadora sostiene que su cruzada no es contra las palabras de uso cotidiano ni el lunfardo, sino específicamente contra la propagación de la ideología de género en el sistema educativo. “Es ingenuo pensar que deformar el lenguaje fomenta la inclusión. Lo que realmente necesitamos es mejorar la calidad educativa y dejar las agendas políticas fuera de las escuelas”, afirmó en un reciente comunicado.

Este proyecto, que busca limitar el uso del lenguaje inclusivo, promete continuar alimentando la discusión sobre el equilibrio entre tradición lingüística e inclusión social en el ámbito educativo argentino. La respuesta de la comunidad educativa y las decisiones políticas que se tomen a partir de esta propuesta serán determinantes para el futuro del uso del lenguaje inclusivo en las aulas de Buenos Aires.