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Victoria Villarruel exige prisión para Montoneros en acto en el Senado

Victoria Villarruel ha anunciado que promoverá la reapertura de "todas las causas de víctimas del terrorismo para que sea la Justicia la que haga lo que se debió hacer más de 20 años". Este anuncio llega en medio de la tensión en la bancada libertaria en Diputados.

Durante un acto en el Salón Azul del Senado, Villarruel expresó: "Todos los Montoneros tienen que estar presos respondiendo por ensangrentar nuestra Nación". El evento, organizado para conmemorar el "Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo", se realizó mientras Martín Menem intentaba expulsar a Lourdes Arrieta de su bloque por acusarlo de ser responsable de la visita de legisladores a genocidas detenidos en Ezeiza.

A pesar de mantenerse al margen de la polémica y de las acusaciones que le hicieron desde Lilia Lemoine hasta Javier Milei, Villarruel utilizó la ceremonia para criticar severamente la política de derechos humanos del kirchnerismo. "Cometió una torpeza", mencionaron miembros cercanos a un senador en el Congreso.

El acto también incluyó el testimonio de Claudia Rucci, quien conmovió a Villarruel con sus palabras. La vicepresidenta declaró al final de la ceremonia: "No sería quien soy, si no hubiese luchado contra lo más oscuro de la maldad humana. Esto es un logro por la Memoria, la verdad y la reparación y era inesperado hace 20 años atrás".

El salón estaba lleno principalmente de personas mayores de 50 años, a excepción de los militantes de Derecha Argentina, liderados por el director de Atención Ciudadana del Senado, Juan Martín Donato. En el evento, un asistente elogió a José López Rega con la frase: "López Rega es un ídolo, con todos los comunistas que mató, pero ojo, que yo no soy peronista".

Villarruel criticó que entre 2003 y 2015 "se vanagloriaban por los crímenes atroces del terrorismo y era francamente peligroso denunciar los crímenes de los protegidos de Néstor y Cristina Kirchner".

El acto tenía como objetivo expresar el dolor de los familiares de las víctimas de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA, y reclamar justicia por los crímenes de las organizaciones guerrilleras durante la década de 1970. Sin embargo, se convirtió en una intervención política que incomodó a senadores aliados. Entre los asistentes se encontraban Bartolomé Abdala y Francisco Paoltroni, quien se alineó con Villarruel en sus conflictos con Javier Milei por la postulación de Ariel Lijo, y Andrea Cristina y Carmen Álvarez Rivero, la única macrista que votó contra el aumento jubilatorio reciente.

Fuentes parlamentarias aliadas a Villarruel comentaron que la vicepresidenta "se pasó tres pueblos" al reabrir causas juzgadas, y expresaron preocupación por las posibles dificultades para el oficialismo en la Cámara Alta. "Atacó al kirchnerismo, atribuyéndole 'la memoria más delincuente' de la historia", añadieron.

Según un senador aliado a la Casa Rosada, esta crítica provocará réplicas en el bloque peronista: "Va a venir Sagasti y se la va a pudrir".

Curiosamente, Villarruel pareció arruinar el puente que el formoseño José Mayans había intentado construir con sus declaraciones recientes y su discurso en el recinto. "Villarruel está encerrada en una burbuja de cristal que le arma su entorno y este acto lo tenía armado, no era el momento, no lo pudo parar y se dejó llevar", explicaron en un despacho dialoguista.