Los tiempos electorales en la Argentina 2023 vuelan; la sensación que a nivel nacional el futuro cercano es amarillo fuerte se agiganta y los armados políticos de Patricia Bullrich y Horacio Rordíguez Larreta, buscan estar a la altura de las circunstancias, teniendo en cuenta la hipótesis que indica que quien gane las PASO de agosto, llegaría a las Generales de octubre con muchas posibilidades de transformarse en Presidente de la Nación; ya sea en ese mes o en el siguiente si tuviera que enfrentar un ballotage, en noviembre.
En tanto en CABA, la jugada del Guasón es sin dudas cumplir con el acuerdo anudado con el viejo Conde Drácula del radicalismo porteño, Enrique "Coty" Nosiglia, y sus depredadores políticos, acompañando la candidatura a jefe de Gobierno porteño del depredador sexual Martín Lousteau, aquel flaco, alto y ruliento poco caballero, que se hizo conocido por hacerse practicar sexo oral con la nieta de Mirta Legrand, la inefable Juanita Viale, en pleno embarazo de su último hijo, sobre una camioneta estacionada en la vía pública y a la vista de todos, en pleno día.
Lo de CABA se definiría este miércoles, cuando Larreta anuncie oficialmente, a través de un decreto, que desdobla parcialmente las elecciones porteñas, despegando las boletas con las que se elige al Jefe de Gobierno de la Ciudad y los legisladores locales, de la que contiene a los postulantes a Presidente y Vice, senadores y diputados nacionales. Esa oferta separada, complicaría seriamente las posibilidades del primo amarillo, Jorge Macri, candidato único del PRO pero no de Juntos.
El armado electoral de Larreta tiene la proligidad propia del PRO porteño: una sola opción en PBA, donde vota casi la mitad de los argentinos, encabezada por el nada bonaerense Diego "Colorado" Santilli, posiblemente acpompañado por una mujer puesta por el titular de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad (que solamente busca colocar a su esposa como jueza de la Suprema corte de Justicia provincial, utilizando como herramienta de pago, la entraga y sumisión radical a los pies del PRO).
Del otro lado de la grieta amarilla, el espacio de Patricia Bullrich propone hasta ahora a tres de sus figuras para candidatos a la Gobernación, uno por cada sección electoral del Conurbano y otro por el interior. Los tres son o fueron intendentes y saben muy bien lo que es la gestión y conocen mucho la provincia.
El representante de la Primera Sección, donde Juntos es más fuerte que el FdT, el líder natural es Joaquín de la Torre, ex intendente de San Miguel, ex ministro de Gobierno de Vidal y actual senador bonaerense. Tiene una estructura muy importante en su sección y referentes en todo el territorio provincial. Si bien calza justo en el electorado amarillo, es un hombre con fuertes vínculos en el peronismo tradicional, de donde emergió hace dos décadas. Es el candidato a Gobernador con mejores chances en materia de votos atados, pero no el más conocido.
En la Tercera Sección Electoral, Néstor Grindetti es el principal armador. Es el actual intendente de Lanús y líder de los "sin tierra" de su zona de acción. En el resto de la provincia tiene poco armado y en su sección no tiene prácticamente intendentes con poder real de acarrearle votos que le den un poder extra municipal. Su principal aliado y amigo siempre fue el intendente de La Plata, Julio Garro, que pertenece a la Octava Sección y que en la interna juega con Larreta.
Finalmente, el intendente del pequeño distrito de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, se erige como el armador del interior, representa a un 60% de los municipios y apenas un 20% de los votos. Es el más conocido por haber sido el principal denunciante de CFK en la "Causa Vialidad", pero el que menos chances reales tiene de coronar en el "patricismo".
Del lado halcón de la vida, en la provincia más grande y poblada del país por escándalo (39% de los habitantes de Argentina), Patricia Bullrich empezó el año electoral con un cambio fundamental en su armado bonaerense. Los escándalos sexuales mediáticos protagonizados por su histórico albañil político, el impresentable diputado Gerardo Milman (nació el 21 de septiembre de 1966 y parece que en la primavera de cada año se le despierta el pajarito y hace desastres), pusieron fin a una etapa de estudiantina territorial donde hace falta un verdadero armado político.
Para ello, gracias a su acuerdo con el ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación en el Gobierno macrista, Emilio Monzó, la Pato encontró en el también legislador Sebastián García de Luca, a un hombre joven con una muñeca extraordinaria para la cosntrucción del espacio en PBA. El chivilcoyense tiene 43 años y un recorrido muy rico en la política: fue diputado provincial, vice ministro del Interior con Macri y ahora diputado nacional.
Pero la principal virtud de García de Luca no está entre los ítems señados anteriormente, sino en que es un hombre de una ductilidad asombrosa, buen tipo, serio, prolijo y conocedor como pocos de la dirigencia política bonaerense. Tiene un radar microscópico para captar a dirigentes locales desencantados con sus referentes nacionales, especialmente aquellos que disponen de un oído absoluto para entender la sinfonía fina que toca la militancia.
Por eso, este joven armador nacido en el peronismo del interior provincial, con recorrido y kilometraje en las amarillas rutas del macrismo todopoderoso del dorado lustro 2014-2019, que tiene excelente diálogo con radicales, peronistas, libertarios y otras sectas, puede aportarle a la presidenta del PRO una estructura territorial y dirigencial a la altura peronista, en un distrito dominado por el peronismo. "Militancia aguerrida y profesional, para contrarrestar la trillonaria billetera larretista", aseguran en el nido de los halcones.
La sección ubicada geográficamente el el Sur del Gran Buenos Aires, donde están hablitados para votar unos 5,6 millones de personas, ofrece un armador y protagonista central: el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, uno de los tres candidatos a gobernador del espacio de "la Pato".
Apenas llegó al comando del halconismo amarillo, García Del Luca abrió el libro de pases e inició la temporada de fichajes. Las primeras incorporaciones resonantes vinieron del peronismo territorial histórico en el corazón geográfico y poblacional de la Tercera Sección Electoral.
Para reforzar al principal distrito del país, La Matanza, el Seba anotó al ex concejal, diputado nacional y funcionario de Cancillería, Fernando Asencio, un eterno rival del acosador intendente Fernando Espinoza. De Luca conoce a Asencio desde sus años de secretario privado de Felipe Solá, de quién el matancero era el niño mimado y objeto de sus preferencias territoriales (era el único que le movía algo de gente).
En el segundo distrito más poblado de la Tercera, el PRO tiene un ineludible candidato a intendente que también proviene del peronismo y luce un apellido histórico, respetado y convocante: Gabriel Mércuri. Sin embargo, Del Luca creyó conveniente sumar a otro hombre con raices y militancia pejotista: el ex director de Fútbol para Todos, Pablo Paladino, un todo terreno con más sombras que luces, pero armador.
Sin embargo, la más rutilante de las recientes incorporaciones al "Team Pato" de PBA, es sin dudas la del ex intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, que El 10 de diciembre de 2007 asumió el cargo de jefe comunal luego de imponerse con el 31% de los votos como candidato del Frente para la Victoria. En 2011 fue reelecto con el 71,81% de los votos en las elecciones generales del 23 de octubre. Luego, Giustozzi saltó a una diputación nacional en 2013 siendo el único intendente de un distrito grande que llevó a Sergio Massa a ganar las elecciones de 2013.
Gisutozzi fue precanidato a Gobrnador por el Frente Renovador en 2015, pero dejó ese espacio cuando Massa eligió al golpeador de periodistas Francisco De Narváez en detrimento suyo. Durante dos años (2013-2015), el ex intendente de Brown recorrió varias veces cada distrito bonaerense (son 135), posicionando su figura para la Gobernación y consolidando a referentes no kirchneristas como sus lugartenientes locales, con la mayoría de los cuáles mantiene una aceitada relación.
Por eso, la llegada de Darío Giustozzi no solamente podría aportarle muchos votos y estructura en un distrito fundamental del Conurbano profundo como Almirante Brown, sino una gran cantidad de dirigentes con votos y militancia en múltiples comunas de la provincia.
Ambos referentes ahora Bullrichistas (Giustozzi y De Luca), no se conocieron en estos años de la grieta Macri-Kirchnerista, sino mucho antes. Durante la Gobernación de Felipe Solá, Darío forjó su candidatura a intendente de Brown a fuerza de la contundente "ayuda" que le brindó la gestión en la que De Luca era un hombre clave. Giustozzi fue por aquellos años (2005-2007) jefe de Gabinete del Ministro de Gobierno provincial, a cargo de Florencio Randazo.
?Sin embargo, los tentáculos de este Rubén Darío, que no es ni escritor, ni poeta, ni periodista, pero que si fue diplomático (ocupó el cargo de embajador en Ecuador), llegan hasta los frondosos años noventa, cuando de pibe liedró la Juventud Peronista bonaerense, en la que abrevaban dirigentes que luego fueron protagonistas centrales de la política nacional, como el mencionado Florencio Randazzo, Julián Domínguez, muchos ex intendentes y legisladores e infinidad de concejales.
La sección ubicada geográficamente el el norte del Gran Buenos Aires, donde están hablitados para votar unos 5,4 millones de personas, ofrece un armador y protagonista central: Joaquín de la Torre, uno de los tres candidatos a Gobernador que tiene el espacio de Patricia Bullrich, y hombre muy cercano a Mauricio Macri.
Su mano derecha es el ex intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, un hombre que fue considerado durante varios años el mejor jefe comunal de la Provincia, con aceitados y fuertes vínculos con la militancia peronista de la esa sección y de muchos otros distritos bonaerenses.
Por su parte, Gerardo Milman, un oscuro dirigente que en los mismos años en los que Giustozzi ganaba las elcciones para conducir la JP provincial, él bregaba por liderar la Juventud Radical seccional. Pero el éxito nunca lo acompañó en esos menesteres juveniles, ya que en la interna por la presidencia de la JR de la Tercera Sección Electoral de 1996 fue derrotado ampliamente, al igual que cuando intentó ser primer delegado por PBA al Comité Nacional y luego tampoco pudo ganar la presidencia de la JR nacional. Lo que se dice un perdedor nato...
Mucho más acá en el tiempo, forjó una imágen de "duro" y logró acompañar a Patricia Bullrich en su paso por el Ministerio de Seguridad de la Nación en la gestión de Macri. Allí consiguió el guiño para ser uno de los armadores bonaerenses de su incipiente candidatura presidencial y mucho más por chapeada que por militancia, se convirtió en el referente de varios jefes territoriales locales que ahora aspiran a ser intendentes de sus distritos.
Desde el otracismo al que lo catapultaron sus ostentosas andanzas con el más barato felinage de la política superestructural, Milman reclama un protagonismo que nunca más tendrá en los hechos y quiere condicionar a un De Luca con mucho más oficio y virtudes, a respetar a los que él considera "sus candidatos": pero casi ninguno de ellos necesita de Milman para su posicionamiento en ese sentido, sino más bien todo lo contrario; juegan a la mancha venenosa para escapar a su roce.
Pero desde la tumba política en la que reposan su presente y futuro, el ex secretario de Seguridad pide por las candidaturas a intendente de su ex esposa, la senadora provincial Florencia Retamoso, en el emblemático municipio de Almirante Brown, donde se cree que Giustozzi podría ser determinante. También ruega por Gabriel Mércuri en Lomas de Zamora, un hombre al que como mencionábamos antes, le sobran pergaminos y relaciones como para depender de Milman.
Además, el playboy del subdesarrollo pidió por el prestigioso médico Mario Kanashiro en Florencio Varela, un hombre que en 2019 hizo un papel muy destacado de la mano de un Lavagna que no logró mover el amperímetro; Pablo Losada en Esteban Echeverría; Sebastián Vinagre en Avellaneda; Carlos Alvarez en Cañuelas y Dante Morini en Berazategui. Además, Milman quiere poner a su secretario privado Gustavo Ferragut como candidato a senador y al asesor de su ex esposa Florencia Retamoso en el Senado, Martín Culatto, como candidato a diputado. Demasiada ambición para tan poco aporte...
La Ley 26.571 estas son las etapas del proceso electoral:
La Rioja confirmó que vota el 7 de mayo para elegir gobernador, vice e intendentes.
La provincia, que gobierna Raúl Jalil, confirmó que la elección local se celebrará el mismo día que la nacional.
En estas provincias la fecha podría coincidir con la anunciada por Quintela, el 7 de mayo, ya que desdoblan respecto de la elección nacional.
El domingo 16 de abril se votará en las provincias de Río Negro y Neuquén.
El 14 de mayo votarán también en Salta, San Juan y Tucumán. Formosa.
El territorio bonaerense y de Santa Cruz siguen sin definición. Tampoco CABA confirmó cuándo votará el jefe de Gobierno.
El 11 de junio será el caso de la provincia de San Luis, a través del sistema electoral de Lemas elecciones para gobernador y vicegobernador, y otros cargos provinciales.
Por otro lado, en Santa Fe, el gobernador Omar Perotti estableció que las elecciones provinciales se realizarán entre el 27 de agosto y el 10 de septiembre para todos los cargos provinciales.
El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, confirmó las elecciones para el 17 de septiembre.
Por otro lado, la provincia de Mendoza hará lo propio el 24 de septiembre.
Tierra del Fuego, por su parte, tiene la obligación de llevar a cabo las locales -al menos- 90 días antes de las nacionales.
Formosa, si bien no confirmó la fecha, también desdoblará sus comicios.
En tanto, Santiago del Estero y Corrientes son las únicas dos que no eligen gobernador, ya que recién lo harán en dos años. Ambas poseen un calendario electoral distinto y tienen elecciones ejecutivas cuando el resto lleva a cabo las legislativas (las últimas, celebradas en el 2021).
