Estas son las preguntas que hoy se hacen miles de personas, y la respuesta no es tan simple como parece. Pero hay un dato clave que ordena todo y lo vas a entender en pocos minutos.
El Gobierno Nacional confirmó que desde este lunes avanzará con una licitación para concesionar Tecnópolis, el predio ubicado en Villa Martelli. El objetivo es claro: que el parque funcione con inversión privada y deje de necesitar plata del Estado.
El Gobierno Nacional lanzará mañana la licitación que dará paso a la concesión de Tecnópolis.
— Manuel Adorni (@madorni) December 14, 2025
El predio (históricamente deficitario bajo la administración kirchnerista) pasará a funcionar bajo un esquema de inversión privada: nunca más será una carga para los bolsillos de los…
La confirmación llegó por boca del jefe de Gabinete, Manuel Adorni, quien fue tajante: “el predio nunca más será una carga para los bolsillos de los argentinos”.
Primero, lo más importante: no se vende Tecnópolis. La licitación apunta a ceder la explotación del predio a un operador privado por un tiempo determinado. El Estado sigue siendo el dueño, pero el privado se hace cargo de la gestión, las inversiones y el mantenimiento.
Este modelo ya se usa en autopistas, aeropuertos y espacios públicos. El esquema es simple: el Estado pone las reglas y controla; el concesionario gestiona y financia. Cuando termina el contrato, el predio vuelve a manos estatales.
En este caso, el foco está puesto en terminar con un funcionamiento deficitario y lograr que Tecnópolis sea autosustentable.
Desde el Ejecutivo explican que el parque funcionó durante años con fondos públicos y sin generar ingresos suficientes para sostenerse solo. En un contexto de ajuste del gasto, el Gobierno Nacional decidió dejar de financiar estructuras que considera ineficientes.
La idea es que, bajo concesión, el predio pueda albergar eventos pagos, exposiciones, ferias y actividades privadas que generen ingresos genuinos, sin depender del Tesoro.
Según estimaciones oficiales, el alquiler de distintas áreas podría generar una recaudación anual cercana a los $1.400 millones.
Tecnópolis nació en 2010, durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, como parte de los festejos del Bicentenario. Abrió en 2011 con entrada gratuita y una fuerte impronta cultural, científica y tecnológica.
Con el paso del tiempo, el predio tuvo cambios de rumbo, períodos de baja actividad y cierres parciales, incluida la pandemia. A pesar de varias evaluaciones, nunca se modificó de fondo su esquema de financiamiento estatal.
Desde la llegada de Javier Milei al poder, en diciembre de 2023, el parque quedó bajo una revisión integral. Pasó a depender de la Secretaría de Cultura y se avanzó en recortes, revisión de contratos y reordenamiento interno.
Durante 2024, el Ejecutivo dejó en claro que buscaba un modelo autosustentable. Tras analizar distintas opciones, eligió la concesión como salida definitiva.
Hoy, Tecnópolis está bajo la conducción de Juan Manuel Aranda, designado en septiembre de 2024. La licitación marcará un antes y un después: el parque seguirá siendo público, pero funcionará con lógica privada y sin costo para el Estado.
