La gestión de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires ha provocado un alarmante crecimiento en el número de empleados públicos, alcanzando los 709.974 trabajadores. Este incremento ha sido especialmente notable desde su segundo mandato, con 70.804 nuevos empleados incorporados, lo que equivale a 48 nuevas contrataciones diarias. Si la provincia fuera una empresa privada, ocuparía el séptimo lugar entre las mayores empleadoras del mundo, superando a grandes compañías como Volkswagen y BYD.
El informe de la Fundación Pensar también señala un incremento significativo en los cargos jerárquicos de la administración provincial. En este período, los puestos de alto rango aumentaron un 140%, y el número de ministerios llegó a 20. Además, se eliminó el tope del 60% sobre los recursos destinados a gastos de personal, lo que ha generado más críticas en torno al control del gasto público en un contexto de creciente pobreza.
La administración de Kicillof ha incorporado a varias figuras polémicas, como el exgobernador chaqueño Jorge Capitanich, Victoria Donda y Silvina Batakis, lo que ha generado controversia. Además, el gobierno destinó $62.000 millones a viajes de egresados para estudiantes secundarios, en lugar de utilizar esos recursos para necesidades estructurales, como la compra de equipamiento para hospitales o escuelas, según la oposición.
El informe también resalta un aumento alarmante en los índices de pobreza en la provincia, que subieron del 41% al 60%, afectando a 2,8 millones de personas en el último año. La indigencia también se duplicó, afectando al 23% de los bonaerenses, con un impacto especialmente grave en la niñez: ocho de cada diez niños viven en condiciones de pobreza.
En cuanto a seguridad, la provincia de Buenos Aires enfrenta una grave crisis. El informe destaca que se denuncia un delito cada 30 segundos, lo que lleva a que la percepción de inseguridad sea alta, con un 66% de los bonaerenses sintiendo que la situación ha empeorado o sigue igual. Esta situación pone de manifiesto las limitaciones de la gestión provincial frente a un aumento de la delincuencia.
El crecimiento del empleo público en Buenos Aires contrasta con la política fiscal implementada por el gobierno nacional de Javier Milei, que promueve un ajuste fiscal y la reducción del gasto público. Las críticas a la administración de Kicillof se centran en los costos económicos y sociales de su modelo, en un contexto de pobreza creciente y deterioro de la seguridad.