La oposición se encamina a firmar este martes un dictamen de comisión sobre la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) en las próximas elecciones. La firma del dictamen es el paso previo a debatir un proyecto en el recinto de la Cámara de Diputados, donde Juntos por el Cambio, el Interbloque Federal, los bloques provinciales y los libertarios tienen los votos necesarios para sancionar la ley. Sin embargo, primero deberán terminar de consensuar una propuesta unificada. Ya que todavía hay varios detalles en disputa.
El sistema consta de una boleta que contiene todos los nombres y las fotos de los candidatos, divididos por casilleros (presidente, diputados, senadores, etc). Por su parte, los electores tienen la posibilidad de elegir a sus postulantes preferidos o no marcar a ninguno y votar en blanco si así lo prefieren. Entre sus principales beneficios se destaca que garantiza que nunca falten boletas y que por lo tanto el elector siempre encuentre a los candidatos que quiere votar.
Al inicio del debate había más de una decena de proyectos de Boleta Única con estado parlamentario. El texto presentado por la Fundación RAP era el que aglutinaba mayores consensos. Ese borrador se convirtió en la base sobre la cual los partidos opositores están trabajando.
Este sábado, durante una reunión virtual que duró tres horas, los diputados de la oposición continuaron acercando posiciones y comenzaron a redactar un borrador del articulado. Una tarea para nada sencilla dada la sensibilidad del tema.
“En lo macro estamos todos de acuerdo, pero ahora que tenemos que definir cómo se dibujaría la boleta empiezan las discusiones de los detalles. Con los instrumentos electorales hay que pensar todo milimétricamente, porque cuando tocás una cosa se desacomoda otra”, explicaron a Infobae desde la bancada de Juntos por el Cambio.
En términos generales, cada categoría que se elige (diputados, senadores, etc.) se divide en franjas o columnas que tendrán el nombre y el logo del partido, junto a la foto y el nombre de los candidatos. Pero, ¿cuáles son los detalles que todavía generan desacuerdo?
Uno de los puntos clave será qué hacer en casos de elecciones simultáneas. En caso de ser aprobada, la ley de BUP legislará sobre los cargos nacionales (presidente, diputados, senadores). Pero en caso de que las elecciones provinciales se realicen el mismo día se abre un abanico de posibilidades.
El principal problema se presenta en los distritos más grandes, como la provincia de Buenos Aires. El proyecto de RAP propone que en caso de simultaneidad, los candidatos provinciales se sumen a la boleta nacional. Lo que daría como resultado una boleta “del tamaño de un afiche” que “sería inviable”.
Por eso, varios referentes de la oposición ahora plantean modificar el borrador para que en caso de simultaneidad cada distrito pueda mantener su instrumento. Es decir, boleta única para la elección nacional y boleta partidaria para los cargos provinciales. O directamente dos boletas únicas diferentes. Así se simplificaría el proceso.
“Hoy en Córdoba y Santa Fe (provincias que ya adoptaron la BUP) hay concurrencia. Ellos han votado con los dos sistemas sin problema”, explicaron.
Otro punto en debate es la inclusión de un casillero de “voto en blanco”. Si bien en un primer momento se contempló esta idea, seguramente no quede plasmado en el proyecto final. Sucede que, en base a la experiencia de las provincias donde ya se utilizó la boleta única, se llegó a la conclusión de que puede ser confuso. “Santa Fe primero lo tuvo y luego lo sacó porque había electores que marcaban el casillero de voto en blanco pero después también elegían en algunos tramos. Había que estar interpretando cuál fue la voluntad del elector”, señalaron desde la oposición. En ese sentido, resulta más fácil determinar que donde el elector hizo la cruz tuvo intención de votar y que donde dejó el espacio sin completar quiso votar en blanco.
Los partidos de la oposición sí llegaron a un acuerdo respecto a las fotos. Tendrán su imagen en la boleta los dos primeros candidatos de cada tramo. De esta forma no se verá afectada la igualdad de género dado que por ley después de un candidato varón siempre debe haber una candidata mujer, y viceversa. Esta cuestión había sido observada por militantes feministas que remarcaban que las cabezas de listas en la mayoría de los casos son varones y por lo tanto una sola foto “invisibilizaría” a las mujeres.
Para las listas de diputados, los dos primeros candidatos tendrán su foto al lado del nombre. Luego habrá tres o cuatro lugares más pero solo con nombres. Desde la oposición destacaron que con cinco candidatos no habría problemas en 20 de los 24 distritos. En las provincias más grandes, como Buenos Aires o Córdoba, el resto de la lista no estará en la boleta sino en una “ficheta” o cartel de gran tamaño que se pegará en la pared del lugar de votación. Así se evitaría una boleta demasiado grande al mismo tiempo que estaría garantizada la publicidad de todos los candidatos que integran la lista.
En el caso de las PASO, la boleta única enfrenta otro desafío: qué hacer con las colectoras para evitar una repetición de nombres que confunda al elector. A modo de ejemplo, en 2015 la primaria de Cambiemos tuvo a Mauricio Macri, Elisa Carrió y Ernesto Sanz. A pesar de competir entre sí, las listas de Macri y Sanz tuvieron a Silvia Lospennato como primera candidata a diputada bonaerense. Entonces, en un caso así, ¿la foto y el nombre de Lospennato debería repetirse dos veces? Una posible solución a este problema sería utilizar una suerte de “celda combinada” para que solo figure una vez.
Por otro lado, el diseño de la boleta no debe fomentar el “internismo”. Un caso concreto sería que cuatro listas opositoras compitan en una PASO pero que el oficialismo tenga una lista de unidad. ¿La oposición debería ocupar cuatro veces más espacio? De ser así, probablemente el oficialismo también multiplique sus listas para acaparar la misma cantidad de espacio en la boleta. Así, la BUP tendría un efecto negativo a largo plazo.
Algunos creen que el espacio debe ser el mismo para todos, más allá de la cantidad de listas. Pero el espacio “libre” de quienes presentan menos candidatos no podrá ser utilizado para poner una foto o un logo más grande, ya que se repetiría el problema de la desproporcionalidad pero a la inversa. Hasta el momento, la solución que se impone es “mismo espacio y mismo tamaño en las fotos”.
La opción “lista completa” también está en debate. Desde la oposición en un principio plantearon que tenía que existir, algo que facilitaría la votación al elector. Sin embargo, ahora “hay dudas” porque podría generar confusión en las PASO, donde hay varias listas del mismo partido o coalición. Una solución que se está analizando es solo permitir la opción “lista completa” en las elecciones generales y no habilitarla en las PASO.
El último punto en debate, según pudo reconstruir Infobae, es el lugar que cada partido o coalición ocupará en la boleta. Si bien algunos diputados de Juntos por el Cambio propusieron seguir el “modelo alemán”, que otorga una mejor posición a la fuerza que obtuvo más votos en la última elección, esta opción no lograría mantener el consenso entre todas las fuerzas que impulsan la BUP.
En cambio, el sorteo de ubicaciones sería lo más “equitativo” en términos de diseño y lo más pragmático en términos políticos. “El sorteo nos pone a todos en las mismas condiciones, la otra opción no la votarían los bloque opositores más chicos, como el de Emilio Monzó, por ejemplo”, detallaron desde el PRO.
El lunes los diputados que impulsan la iniciativa tendrán una última reunión presencial en el Congreso para ultimar los detalles. El martes deberán firmar un dictamen para cumplir con el emplazamiento votado en el recinto.
Muchos advierten que el articulado debe ser lo más específico posible. Temen que de no ser así el Gobierno termine “metiendo mano” a la hora de reglamentar la ley.
En Diputados la oposición tiene en principio 132 votos. Eso le permitiría aprobar la ley. A su vez, especulan con que en el Senado, donde el Frente de Todos es mayoría, el oficialismo podría estar en un aprieto. Por ejemplo, el jujeño Guillermo Snopek, el correntino Carlos Espínola y el entrerriano Edgardo Kueider se han manifestado en el pasado a favor de la Boleta Única de Papel. A su vez, el senador rionegrino Alberto Weretilneck -habitual aliado del kirchnerismo- pertenece al mismo espacio político que sus coterráneos Domingo Agustín y Luis Di Giacomo, que votarán a favor en Diputados.
Solo restará ver si Cristina Kirchner guarda un as bajo la manga para poder frenar la iniciativa. Algo que ningún opositor descarta.