Mauricio Macri volverá a Argentina el próximo viernes, el mismo día que se cumplirá un año del mandato de Javier Milei al frente del Gobierno. Su regreso se dará tras una serie de viajes por Medio Oriente, donde abordó temas personales, políticos y cuestiones relacionadas con su rol como presidente de la Fundación FIFA.
El ex presidente, en su vuelta al escenario político nacional, encabezará el acto de cierre de año de la Fundación Pensar, una instancia clave para el PRO que busca consolidar su estructura, destacar su independencia política y reforzar su posicionamiento frente a La Libertad Avanza (LLA). Este evento tendrá lugar en la Ciudad de Buenos Aires y contará con la participación de gobernadores e intendentes para demostrar el peso territorial y político del espacio opositor.
El PRO enfrenta tensiones internas debido a la relación conflictiva con el gobierno de Milei. La falta de apoyo a proyectos claves como la Ficha Limpia profundizó las divisiones, generando malestar entre los referentes de la coalición opositora. En este sentido, el acto de la Fundación Pensar servirá como una plataforma para redefinir el rumbo del espacio y dar un mensaje claro al oficialismo: el PRO está dispuesto a marcar sus diferencias.
El retorno de Macri al ruedo político coincide con una coyuntura de alta tensión en la Ciudad de Buenos Aires, donde se reconfiguran las alianzas legislativas. En el Congreso porteño, el debate entre sectores del PRO, los libertarios y aliados de LLA tensiona aún más el tablero político, con movimientos como el interbloque impulsado por Ramiro Marra, Yamil Santoro y otros actores. Estos movimientos buscan consolidar espacios que puedan competir con el oficialismo, evidenciando la influencia directa de Macri en la estrategia electoral para 2025.
Desde el entorno de Macri, se considera clave iniciar un proceso de consolidación política para reforzar su posicionamiento en el próximo calendario electoral. En ese marco, las tensiones entre el PRO y LLA se intensifican. A nivel legislativo, el PRO tiene la intención de posponer la convocatoria a sesiones extraordinarias hasta febrero, una decisión que refleja las diferencias estratégicas entre ambos sectores en términos económicos y políticos.
En el PRO, persisten miradas divididas respecto a la relación con el Gobierno y su estrategia de diferenciación con los libertarios. Algunos sectores consideran que la proximidad entre LLA y parte del electorado amarillo reduce las oportunidades de construir una identidad propia, mientras que otros impulsan una línea más firme para evitar diluirse completamente en el panorama político actual.
El evento encabezado por Macri y María Eugenia Vidal tendrá una carga simbólica importante: reforzar el liderazgo del PRO, consolidar su presencia en el espacio opositor y reafirmar su independencia de LLA. Esto no solo tiene implicaciones electorales para 2025, sino que también busca reconstruir el capital político perdido en el último período.
En el PRO observan de cerca la situación legislativa en la Ciudad, especialmente en un escenario fragmentado que complica el consenso entre sectores internos. Mientras Patricia Bullrich y aliados enfrentan disonancias con figuras cercanas al Gobierno, otros sectores se preparan para enfrentar el desafío de las elecciones bajo una estrategia más autónoma.
El regreso de Mauricio Macri al tablero político y su participación en la Fundación Pensar son señales claras de que el PRO no resignará su rol en la agenda legislativa ni electoral de cara a las elecciones de 2025. En el horizonte, se perfila una disputa estratégica no solo contra el Gobierno de Javier Milei, sino también contra el desafío interno de redefinir sus alianzas, posiciones y propuestas ante una coalición opositora fragmentada.
A medida que el PRO se prepara para afrontar el próximo ciclo electoral, el acto del viernes próximo será el escenario donde Macri pondrá en marcha su última apuesta política para consolidar un bloque fuerte, autónomo y preparado para competir en las elecciones nacionales que se avecinan.
