Por qué cayó la compra de dólares después de las elecciones

Algo cambió después de las elecciones. Durante meses, comprar dólares fue casi un reflejo automático para miles de argentinos. Pero en noviembre pasó algo.

17-12-2025 - Por Crítica Argentina

Algo cambió después de las elecciones. Durante meses, comprar dólares fue casi un reflejo automático para miles de argentinos. Pero en noviembre pasó algo distinto. Y los números oficiales lo confirman. ¿Qué hizo que, de golpe, la compra de dólares se frenara fuerte tras las elecciones legislativas? Esa es la pregunta que muchos se hacen, y la respuesta empieza a aclararse.

Luego de un período de alta tensión cambiaria previo a los comicios, la economía argentina mostró señales concretas de calma. Según datos del Banco Central de la República Argentina, la demanda de dólares se desplomó de manera significativa una vez despejado el escenario político. Para el Gobierno de Javier Milei, el movimiento no respondió a fallas del plan económico, sino al miedo típico de los años electorales.

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De acuerdo con estimaciones oficiales, antes de las elecciones se dolarizaron unos USD 35.000 millones, una cifra enorme: equivale a más de la mitad del dinero que circula en la economía (M2). Sin embargo, ese proceso empezó a revertirse rápidamente después de votar, cuando muchos ahorristas desarmaron posiciones en moneda extranjera.

El dato clave lo aportó el vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, durante el Seminario Internacional LarrainVial. Allí explicó que la demanda de dólares cayó de USD 5.300 millones en octubre a apenas USD 1.100 millones en noviembre. “Hubo un cambio abrupto en las preferencias de los ahorristas”, señaló ante referentes del sistema financiero.

Según Werning, la baja en la compra de dólares se dio sin anuncios nuevos ni cambios en las reglas del juego. En total, la reversión poselectoral alcanzó los USD 8.400 millones. En el segmento minorista, el giro fue todavía más marcado: el atesoramiento pasó de USD 4.600 millones en septiembre a solo USD 200 millones en noviembre. Sumando turismo e importaciones, la demanda total fue de USD 1.100 millones, muy por debajo de los meses previos.

Desde el Banco Central de la República Argentina describen el episodio como un “cisne negro”: un shock político que disparó temores, pero no una crisis económica de fondo. “El miedo al pasado pesó más que los desequilibrios reales”, afirmó Werning, al explicar que la historia de saltos cambiarios en elecciones empujó a muchos a cubrirse antes de tiempo.

Para contener la situación, el BCRA endureció la política monetaria. Absorbió pesos, subió encajes y dejó tasas altas, lo que enfrió el crédito y redujo la presión cambiaria. Tras las elecciones legislativas, ese proceso comenzó a desarmarse gradualmente.

Otro factor fue la baja liquidez del mercado. En los días previos a votar, el mercado cambiario operó con montos muy reducidos, lo que amplificó los movimientos. Aun así, el impacto en inflación y actividad fue moderado. “Fue un shock grande, pero el costo macroeconómico fue acotado”, sostuvo Werning.

 

Finalmente, el funcionario destacó que la confianza empezó a volver. Las empresas lograron financiamiento externo por más de USD 4.000 millones entre noviembre y diciembre, el riesgo país bajó fuerte y las tasas se acomodaron. La señal es clara: pasada la incertidumbre electoral, la presión por comprar dólares perdió fuerza.