VARgüenza total: el irónico avance tecnológico para la estafa deportiva en el fútbol
Al paso de los años, las personas vamos evolucionando a gran escala, y el fútbol no se queda afuera del proceso evolutivo social que va sufriendo el mundo. La tecnología nos ayuda a todos en la comunicación, estudio y demás, pero en el 2016 a alguien se le ocurrió realizar un servicio de video especial para el fútbol. El cual “supuestamente” es para ayudar al arbitro, referi, pito, o como se llame en cada país.
El Video Assistant Referee, o VAR, para los amigos, llegó al ámbito del fútbol en el Mundial de Clubes del 2016 y seis años más tarde llegó a la Copa de la Liga de Argentina, en donde Aldosivi derrotó a Colón por 3 a 1 y en esa fecha fue más polémico que otra cosa.
Esta tecnología que originalmente se utilizó en el mundo del básquet, donde los encuentros en cada balón parado se detiene el tiempo y el partido dura en total 40 minutos (sin interrupciones ni descansos), se adaptó al fútbol utilizando ocho cámaras como mínimo para el sistema, si querido lector, como lo está leyendo, ni seis, ni siete, ocho, con un máximo de diez y no queda ahí, además se le suma las cámaras de las transmisiones de la televisión, que tiene por ejemplo, en un clásico como mínimo tien ocho cámaras, cuatro en el campo y otras cuatro elevadas.
Y se preguntarán, ¿con tanta cámara se podría ver si la pelota pasa la línea o no?, pero al parecer no. Resulta que si nos ponemos a ver al fútbol (por lo menos el argentino), le cuesta evolucionar junto a la tecnología, como lo hizo el básquet, aunque pensándolo bien, en realidad la tecnología quedó atrás.
El básquet, como el hockey sobre césped que utilizan este mismo sistema, al igual que el ojo de halcón de tenis, entre otros deportes, el VAR en el fútbol argentino quedó atrás, como si nadie lo utilizara y su actualización haya sido hasta el 1.5 cuando en otros países están en el 3.0. Pero además, este pedido de revisión solo se puede utilizar una cierta cantidad de veces por encuentro, dándole mayor fluidez al encuentro.
Pero se preguntaran, ¿porque le tiró tantas flores al querido y odiado VAR?, resulta que el domingo pasado, en Córdoba, en el estadio Mario Alberto Kempes, se disputó el partido de cuartos de final de la Copa de la Liga, donde River y Boca se vieron las caras, y el conjunto Xeneize se llevó el triunfo polémico de la tarde y se clasificó a las semis del torneo local.
En este partido, luego de un intento de rechazo de Pol Fernandez, que rebota en Cristian Lema, ingresa al arco de Chiquito Romero, que intento sacar el balón, pero se nota que pasó la línea, dejando el 2 a 1 a favor de River, pero se pudo ver cómo unos sujetos que se pusieron a cargo de los videitos del partido para controlar las posibles dudas del encuentro, se comunican por cucaracha-VAR, para avisarle al árbitro Yael Perez-a Falcón, quien tiene menos decisiones propias que una serie de elige tu propia aventura, que no fue gol, luego de que el línea y el propio Falcón den como válido el autogol.
Pero no queda ahí, cuando lo llaman desde la cabina del VAR, inicia el debate que si es gol o no es gol, y en vez de tomar lo que decía la mayoría, Pereza Falcon, toma la decisión de anular el segundo gol de River. Gol que desde cualquier ángulo se nota que entro, pero resulta que toman un ángulo que está más atrás del arco para decir, “para mi no entro”. Esta situación, le dio el inicio a un nuevo partido.
Y uno pensaría, que los únicos ladrones son los árbitros del Chiqui Tapia, pero no, no queda todo acá, por otra parte, tomando nuestras maletas y yendo a Europa, nos podemos acercar a España, donde se jugó otro clásico, el Barsa contra el Real Madrid, donde los Blancos, se quedaron con la victoria, tras otro robo por parte del VAR.
Pero este es más abrupto, ya que la pelota ingresa en su totalidad y termina casi en medio de la zona de anotación, y aca se pone interesante, como Leo Dicaprio, todos se ponen la máscara de hierro, ya que el colegiado y otro grupo de VARefilos, toman la decisión de decir “no entro”. Pero esta polémica no qiuedo ahí, y llevó a Joan Laporta a pedir la repetición del partido. Y todo esto por un grupo de ladrones vestidos de negro con un pito en la boca, que toman decisiones gracias a videos.
La polémica en el VAR, va más allá del punto de si sirve o no, si no que el fútbol ayer, hoy y siempre, es un clásico de potrero, donde un árbitro toma la decisión ya sea la correcta o no. Y que el referí tenga que hacer una llamadita para decir, “che lo que señala el línea ¿es correcto?”, va en contra de lo que debería ser el juego. Este deporte a diferencia del básquet, hockey, y otros tantos, es un deporte de intuición, reacciones y contacto, donde pasa o no la línea es algo que se decide entre tres y no entre veinte. Muy atrás quedaron los Baldasi, Elizondo y Pitana entre tantos grosos (más o menos) del arbitraje.