En medio de la crisis por el temporal que azota a Bahía Blanca, una noticia ha generado gran revuelo: el gobierno de Axel Kicillof ha destinado millones de pesos a tratamientos hormonales para personas "transgénero", mientras la provincia enfrenta serias carencias en otras áreas críticas. Este hecho ha puesto en evidencia las verdaderas prioridades de la gestión kirchnerista.
Entre 2020 y 2023, el gobernador destinó más de $427.544.404 a la adquisición de tratamientos hormonales de modificación corporal para más de 4.400 personas, tanto adultas como menores. Esta cifra, que según datos difundidos por El Disenso equivale a 2.254.124,11 dólares, hoy podría superar los 2.366 millones de pesos.
En lugar de enfocar esos recursos en áreas esenciales como salud, educación o seguridad, el gobierno de Kicillof ha decidido priorizar la hormonización de niños y adultos trans, un tema controversial que divide a la sociedad. Al comienzo de su mandato, la provincia contaba con 20 centros destinados a la hormonización de adultos, pero el gobernador impulsó una expansión significativa, elevando el número de consultorios de 20 a 141, de los cuales 29 están dedicados a niños y adolescentes.
Este aumento en los centros de atención ha implicado una inversión millonaria, no solo en la creación de estos consultorios, sino también en la capacitación del personal y la compra de insumos médicos necesarios. Según el sistema de compras provincial, se realizaron nueve procesos de adquisición de medicamentos, resultando en 28 órdenes de compra por parte del Ministerio de Salud bonaerense, bajo la gestión de Nicolás Kreplak, con un gasto total de $427.544.404.
Además, sigue pendiente la adjudicación de una compra para la adquisición de 2.550 unidades de testosterona en gel, por un monto de $75.923.700, lo que eleva aún más el gasto.
Sin embargo, mientras se destinan grandes sumas a estos tratamientos, la provincia enfrenta una crisis en otros frentes. Bahía Blanca, como muchas otras ciudades bonaerenses, sufre las consecuencias de un sistema de salud colapsado, hospitales con insumos escasos y escuelas en pésimas condiciones. La inseguridad sigue en aumento y la falta de recursos para atender las necesidades básicas de la población es cada vez más evidente.
Los críticos de esta política señalan que el gobierno kirchnerista de Axel Kicillof ha desviado su atención de cuestiones urgentes que afectan a todos los ciudadanos en favor de una agenda ideológica, que no resuelve los problemas estructurales que sufre la provincia. En este contexto, la pregunta surge: ¿Realmente la prioridad del gobierno bonaerense debería ser la hormonización, o es hora de redirigir los recursos a las necesidades fundamentales de la población?
El futuro de la provincia depende de decisiones más equitativas que atiendan las urgencias sociales sin perder de vista el bienestar de todos los ciudadanos. ¿Qué piensas sobre este gasto millonario? ¿Es justo que se prioricen estos tratamientos ante otros problemas más urgentes?