¿Noboa o González? El futuro económico de Ecuador en juego

Esa es la pregunta que se hacen millones de ecuatorianos mientras se acerca el 13 de abril. Porque más allá de los discursos, hay dos caminos bien distintos.

13-04-2025 - Por Crítica Argentina

Esa es la pregunta que se hacen millones de ecuatorianos mientras se acerca el 13 de abril. Porque más allá de los discursos, hay dos caminos bien distintos: uno que prioriza la estabilidad fiscal, y otro que apuesta por más gasto estatal. ¿Cuál da mejores resultados? Acá te lo contamos simple, sin vueltas.

Desde que asumió en noviembre de 2023, Daniel Noboa enfrentó una parada brava: el PIB cayó, hubo apagones, aumentó la inseguridad. Pero en los últimos meses, algunos indicadores empezaron a dar señales de vida. El desempleo bajó un poco y volvió a aparecer la inversión.

La deuda pública es impagable, dijo Jaime Carrera - KCH FM

Para el economista Jaime Carrera, esto no es casualidad. Él dice que las decisiones de Noboa —como cerrar un acuerdo con el FMI, cuidar la dolarización y achicar el déficit— son claves para que lleguen dólares frescos. Según su análisis, el país está empezando a salir del pozo, aunque todavía falta.

Del otro lado, Luisa González tiene otra receta. Propone más intervención del Estado, más gasto público y una política "contracíclica" para mover la economía con consumo y obra pública. Prometió generar dos millones de empleos, bajar el IVA del 15% al 12% y repartir bonos a los jubilados. Todo muy atractivo… pero, ¿de dónde saldría la plata?

Ahí es donde muchos levantan la ceja. El Observatorio Fiscal advirtió que reducir el IVA podría aumentar el déficit hasta los 10.000 millones de dólares. Un número que asusta a más de uno. Además, expertos cuestionan que tantas promesas no tengan un respaldo claro.

En el debate presidencial, Noboa fue al hueso: dijo que quiere un crecimiento del 4% en 2025, con inversiones público-privadas y sin poner en riesgo la estabilidad. Además, prometió seguir con los bonos sectorizados, pero apuntados a emprendedores y mujeres, para que no se dispare el gasto.

Mientras tanto, la candidata del correísmo, González, insiste con un Estado más fuerte y con protagonismo de empresas como Petroecuador. Pero su entorno genera dudas: tiene asesores cuestionados y una afinidad con gobiernos autoritarios que preocupa a más de uno.

En resumen: el 13 de abril se define mucho más que una presidencia. Se elige un modelo económico. Uno que quiere ordenar la casa sin hacer locuras, y otro que apuesta a gastar más para mover el avispero. ¿Cuál te parece más realista?