El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, enfrenta una nueva amenaza días después de mudar a su familia por motivos de seguridad. Este lunes, en una oficina de Rosario, recibió un mensaje intimidatorio que advertía sobre un posible ataque contra él, su esposa y sus hijos. A pesar de la situación, Pullaro reafirmó su compromiso de combatir la delincuencia y mejorar los niveles de violencia y seguridad en la provincia.

El mandatario, blanco de dos amenazas en diciembre pasado, tomó medidas drásticas para proteger a su familia, sacándolos temporalmente de Rosario, el epicentro de la violencia narco. Aunque no reveló detalles de la amenaza actual, Pullaro aseguró que seguirá peleando contra la delincuencia y mantendrá a los presos de alto perfil en pabellones especiales, a pesar de las amenazas recibidas.

A mediados de diciembre, Pullaro ordenó la "restitución de los pabellones de alto perfil" en una cárcel clave para el hampa rosarina, lo que desencadenó las amenazas. A pesar de la preocupación por su familia, el gobernador afirmó que seguirá tomando decisiones para enfrentar a los violentos y el crimen organizado, destacando la importancia del Estado en esta lucha.

Pullaro reconoció el pesar de tener que alejar a su familia pero consideró que fueron las decisiones correctas y confía en que, una vez que la situación se tranquilice, todo volverá a la normalidad. Afirmó que estas medidas son necesarias para evitar que la delincuencia se imponga sobre el Estado y la sociedad.