La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) ha llamado a un paro nacional para el próximo lunes 26 de febrero 2024, con el respaldo de otros 20 sindicatos de empleados públicos, lo que sugiere un posible impacto masivo en diversas áreas. Esta convocatoria se produce en medio de un clima de creciente tensión laboral.

La jornada de protesta responde a cuatro demandas específicas presentadas por el Frente de Gremios Estatales, que incluyen un aumento salarial por encima de la inflación, la reincorporación inmediata de los despedidos sin causa, el pase a planta permanente y el rechazo a cualquier forma de privatización.

Según el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, el gobierno de Milei intenta limitar las paritarias y amenaza con despidos y privatizaciones.

Paralelamente, Pablo Moyano, titular de Camioneros y cosecretario de la CGT, dejó entrever la posibilidad de un nuevo paro general en un futuro cercano. Moyano expresó que la CGT tomará las medidas necesarias, ya sea una movilización o un paro general, aunque no se ha fijado una fecha específica.

Estas acciones de protesta coinciden con el reciente ajuste unilateral y a la baja del Salario Mínimo, Vital y Móvil, así como con el aumento continuo de la inflación según los datos del INDEC. Para Aguiar, estas medidas reflejan un ajuste deliberado que ha afectado gravemente las condiciones de vida de millones de argentinos en todo el país.