El verdadero motivo que hace inevitable la guerra entre Cristina y Kicillof
Los amigos de ambos en una pereja suelen ser los peores consejeros, y en este caso queda muy claro con las púas que meten camporistas y ultras que visitan el departamento de San José 1111, por el lado femenino de nuestra historia de amor, y los “descuidistas” que asolan ministerios y otras reparticiones provinciales en La Plata.
Caso aparte son los intendentes de uno y otro lado, que se juegan cosas de verdad en esta lucha de poder. Con Mayra Mendoza como cabeza camporista visible y Jorge Ferraresi, como el axelista más destacado, ambos bandos municipalistas aceleran a fondo y de frente, como en “Rápido y furioso”, pero en el Conurbano profundo.
Los jefes comunales son los verdaderos dueños de los votos atados y saben que su peso territorial es siempre determinante, por eso buscan ser los armadores de las listas locales y seccionales, y por supuesto mantener la exclusividad en sus concejos deliberantes. Son los que más se juegan y por eso, los que más piden. Es lógico.
Los intendentes kicillofistas fueron los que tiraron la primera piedra, atacando directamente a Cristina, sin paso intermedio y sin piedad al relato ni a la historia que los moldeó. Pidieron y siguen sosteniendo el desdoblamiento electoral que debilitó a Cristina ante los factores de poder nacional y envalentonó a Macri, Magnetto y Saguier a exigirle a la Corte el “favorcito” de empalarla electoral y socialmente con una sentencia lapidaria.
En el entorno de Cristina sostienen que el desdoblamiento de la elección bonaerense, dejó a la ex presidenta en una situación de debilidad frente al poder judicial y ese fue uno de los motivos del fallo de la Corte. Parte de ese argumento lo plasmó la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti, cuando dijo que tras la decisión electoral de Kicillof, "Cristina quedó sola en esa batalla".
A los inocentes analistas políticos de escritorio, que brotan como la humedad en las redes y en los medios ensobrados en calle 6 y 51, les pareció acertado decir que la condena a CFK iba a unir a todo el peronismo, incluyendo a Kicillof y con él como líder emergente.
Sin embargo, la realidad marca exactamente lo contrario. El renacimiento de la jefa, desde el ya mítico balcón de Constitución, enluta los corazones y las ambiciones del pequeño y opaco economista y sus gurkas lugartenientes. La daban por muerta, pero la impactante marcha militante de ayer a Plaza de Mayo destrozó sus ambiciones.
En el Patria se animan a aventurar una "elección Fernet" en septiembre (70 a 30), con Cristina humillando a Axel Kicillof y un posterior encuadre de todo el peronismo de cara a un 2027, con ella como líder absoluta. Creen que un estrepitoso y cercano fracaso del gobierno de Javier Milei, potenciaría la imagen de la presidenta del PJ hasta límites insospechados.
Aseguran que con Axel y sus secuaces “la venganza será terrible”. Y no hablan del exitoso ciclo radial nocturno del genial Alejandro Dolina, que por estos días cumple 40 años en el aire de 0 a 2. “Los intendentes van a perder sus municipios y la estudiantina ministerial de PBA va a volver a hacer política de café en su CABA natal”, sentencian los más extremistas y feroces laderos de CFK.