Un reciente estudio de la Universidad de Leeds pone de manifiesto que los hombres también pueden simular orgasmos en la intimidad. Si bien es más común asociar esta acción con las mujeres, ciertos comportamientos pueden delatar la falsedad del clímax masculino.
Exageración de gemidos: Mientras que el gemido excesivo puede ser interpretado como pasión, para los hombres implica una vulnerabilidad no deseada. Gritos o gemidos desmedidos podrían indicar una actuación más que un auténtico placer.
Firmeza ereccional: La calidad de la erección es un indicador clave. Una falta de rigidez puede revelar una falta de autenticidad en el desempeño, ligada a diversos factores como la incomodidad o la falta de atracción hacia la pareja.
Ausencia de Eyaculación: Si bien es típico asociar el orgasmo masculino con la eyaculación, ciertos casos de orgasmos secos pueden enmascarar la falta de autenticidad. Sin embargo, factores médicos como problemas nerviosos o trastornos genéticos pueden explicar esta situación.
Habla Excesiva: La comunicación durante el acto sexual puede delatar una falsa excitación. En momentos de genuino placer, la atención se enfoca en la experiencia, por lo que un exceso de palabras podría sugerir una distracción o actuación.
Los hombres fingen el amor para conseguir el sexo...las mujeres fingen el sexo para obtener amor.
— DATOSEXUAL (@DATOSEXUAL) February 26, 2013
La simulación del orgasmo no es exclusiva de las mujeres. Los hombres también pueden recurrir a esta práctica por diversas razones, desde mantener una imagen de virilidad hasta evitar confrontaciones. Reconocer las señales de alerta puede ayudar a fomentar una comunicación más honesta y satisfactoria en la intimidad.
