En las próximas horas se conocerá la sentencia en juicio oral contra los policías Leonardo Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez y al excapitán Rubén García, acusados de perseguir a los tiros a cuatro jóvenes que iban a bordo de un auto y que por los efectos de la intimidación terminaron estrellándose contra un camión en San Miguel del Monte.

En esa audiencia debería estar presente como imputada de encubrimiento, la ex intendenta y actual presidenta del INTI, Sandra Mayol, salvo por el pequeño detalle y la sospechosa casualidad, que la causa penal iniciada contra ella por encubrimiento, quedó archivada en confusas circunstancias.

• Algo que sí pueden asegurar las madres de las víctimas, es que la jefa comunal de Monte en aquel momento, negó inicialmente que hubiera algún registro fílmico de la masacre, cuando después se comprobó que sí había videos de una cámara municipal, que filmó parte de la persecución y, por si fuera poco, les había asegurado a las familias que los efectivos no habían tirado un solo tiro.

Lo cierto es que ahora, Sandra Mayol goza de las delicias del poder desde lo más alto, conduciendo uno de los organismos con más recursos del país y que es una vidriera enorme de gestión, debido a sus actividades de transferencia y soporte tecnológico para la producción nacional y tiene la total protección del secretario de Industria, el "Vasco" José Ignacio de Mendiguren y, por supuesto, del ministro de Economía, Sergio Massa, su padrino político y mentor.

Ella sucedió en el cargo a Rubén Geneyro, quien debió ceder ante la prepotencia de las circunstancias que significaba la asunción del entonces Superministro Sergio Massa y todo su séquito de seguidores incondicionales, entre quienes se encuentra la ex jefa comunal de San Miguel del Monte, Sandra Mayol.

La sospechosa de de ocultar intencionalmente la "masacre de Monte", había sido muy criticada en su distrito por su actitud, como mínimo pasiva y cómo máximo de encubrimiento, de policías que hoy están viviendo su merecido juicio oral en los tribunales penales  de La Plata, por aquella infame persecución a un grupo de chicos que decidieron pasear de noche en cercanías de la reconocida laguna de Monte en un humilde e inofensivo Fiat 147.

Tan violenta y salvaje fue la actuación policial en esa fatídica noche, que el F147 auto terminó estrellándose contra un camión, muriendo  casi instantáneamente Aníbal Suárez (22), Camila López (13), Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14), y sobrevivió solamente Rocío Q. (17).

Cabe recordar que en noviembre de 2019, las familias de las víctimas denunciaron penalmente a Mayol a quien acusaron de haber ejercido su poder para el encubrimiento criminal de los imputados.

Fue así que se tramitó una causa que tuvo como imputada a la funcionaria nacional, en el Juzgado de Garantías 2 de La Plata, a cargo del juez Eduardo Silva Pelossi y cuyo fiscal fue Juan Ignacio Mennucci, quien tuvo enormes demoras para dictaminar hasta que finalmente pidió el archivo de las actuaciones.

La sentencia

Esta noche, a las diez menos cuarto, después de más de ocho horas de deliberación, los doce jurados declararon culpables del homicidio de las cuatro víctimas de la "Masacre de Monte" a dos de los acusados y a otros dos, culpables de tentativa de homicidio.

El jurado popular leyó su veredicto pasadas las 21.45 y consideró por unanimidad culpables a Rubén García y a Leonardo Ecilapé del delito de "homicidio agravado por el abuso de la función o cargo policial, y por ser cometido mediante arma de fuego", mientras que los efectivos Manuel Monreal y Mariano Ibáñez fueron considerados culpables por mayoría del delito de "tentativa de homicidio agravado por el abuso de la función o cargo policial, y por ser cometido mediante arma de fuego".

Debemos aclarar que esta última audiencia del juicio por la denominada popularmente "Masacre de Monte" estuvo signada por la espera y la expectativa, mientras dentro del Tribunal Oral Criminal (TOC) 4 de La Plata, un jurado popular de doce miembros deliberaba y los familiares de las víctimas, junto a los vecinos que los acompañaban, esperaron tomando la calle el momento en que se debía dar a conocer el veredicto.