El presidente Javier Milei reiteró su respaldo a las fuerzas de seguridad, destacando su papel en la defensa de la vida, libertad y propiedad de los argentinos. En su discurso, agradeció a los efectivos y subrayó el cambio en la doctrina de seguridad de su gobierno.
Milei afirmó que su administración abandonó el “garantismo barbárico” y adoptó un enfoque de “orden cívico”. Esta nueva doctrina, según el mandatario, ha permitido reducir piquetes y delitos, especialmente en ciudades afectadas por el crimen, como Rosario.
El presidente elogió a los miembros de la Policía Federal, a quienes calificó como “verdaderos héroes” que arriesgan sus vidas a diario. Durante la ceremonia, distinguió al subcomisario Guillermo Armentano, quien fue herido mientras protegía al presidente durante su asunción.
La doctrina de seguridad de Milei se basa en tres pilares: “el que las hace, las paga”, el respeto al orden público y una clara diferenciación entre quienes defienden la ley y quienes la infringen. Estos principios, afirmó Milei, son fundamentales para proteger a las víctimas y castigar a los delincuentes.
El mandatario cuestionó a administraciones pasadas por haber “desprestigiado” a las fuerzas de seguridad y por aplicar doctrinas que defendían a los delincuentes, lo que, según él, dejó indefensa a la sociedad argentina.
Para Milei, el respaldo del Estado es esencial para que las fuerzas de seguridad cumplan su labor de manera efectiva. Concluyó su discurso destacando que el deber del Estado es asegurar el cumplimiento de la ley, ya que “las leyes separan a los hombres de las bestias”.