El presidente de la Nación, Javier Milei, ha decidido no tomarse vacaciones al iniciar su segundo año de mandato, una postura que reafirma su perfil de líder comprometido con el trabajo. A pesar de las recomendaciones de su círculo cercano para que hiciera una pausa en su agenda, Milei ha optado por continuar con sus funciones, principalmente desde la Residencia de Olivos, durante la temporada estival.

En varias entrevistas previas y posteriores a asumir el cargo, el mandatario se definió como un "workaholic" y aseguró que su dedicación al trabajo es una constante en su vida. "Me levanto y voy al escritorio a trabajar", expresó en su momento. Esta actitud incansable se ha mantenido firme, a pesar de los intentos de su equipo para que al menos tomara un breve descanso de tres días.

Contrario a otros mandatarios que han recurrido al complejo presidencial de Chapadmalal para descansar o realizar reuniones oficiales, Milei ha decidido no utilizar estas instalaciones, optando en su lugar por concentrar su actividad en Olivos. No obstante, el 20 de enero, el presidente viajará a Estados Unidos para asistir a la ceremonia de asunción de Donald Trump, donde también se espera que mantenga encuentros con otros líderes mundiales cercanos al dirigente republicano.

El caso de los ministros es diferente. Aunque el Presidente les ha dado permiso para tomarse entre una y dos semanas de vacaciones entre la última semana de diciembre y todo enero, les ha impuesto varias condiciones. En una reciente reunión de gabinete, Milei recomendó evitar destinos turísticos de lujo, como Punta del Este o Nueva York, para no enviar un mensaje contradictorio en tiempos de ajuste fiscal. "Somos liberales, pero debemos ser conscientes de la imagen que proyectamos", sostuvo una fuente cercana al mandatario.

Además, Milei subrayó la importancia de mantener la estructura de trabajo del Gobierno intacta durante el receso. Los ministros y otros funcionarios deberán asegurarse de que sus equipos continúen operando con normalidad y estar disponibles para resolver cualquier urgencia que pueda surgir.

Mientras tanto, se espera que en las próximas semanas el Gobierno publique la resolución en el Boletín Oficial que declare los días 24 y 31 de diciembre como no laborables, como se hace habitualmente en la administración pública, aunque la decisión de los funcionarios no afecta directamente al Presidente.

De esta manera, Milei deja claro que, lejos de desconectar, prefiere mantenerse al frente de la gestión, manteniendo la dinámica del gobierno sin interrupciones y enviando un mensaje de austeridad a la clase política en un contexto económico complejo.