El presidente argentino Javier Milei confirmó su decisión de vetar la Ley de Financiamiento Universitario, recientemente aprobada por el Congreso, luego de una masiva marcha en rechazo a la medida en todo el país. Según un comunicado oficial de la Presidencia, Milei considera que esta ley constituye un "irresponsable proyecto de aumento del gasto público", que pone en riesgo el equilibrio fiscal.

El comunicado emitido por la Oficina del Presidente subraya que cualquier proyecto de ley que implique un aumento en el gasto público, como el destinado a las universidades nacionales, debe contemplar una "partida presupuestaria específica". Milei expresó que el lugar adecuado para debatir estos temas es el Presupuesto Nacional 2025, y no a través de leyes que, según sus palabras, responden a intereses demagógicos y populistas.

Este acto de veto es el último de una serie de decisiones polémicas de Milei, quien se ha mantenido firme en su postura de reducir el gasto público como parte de su plan económico liberal. Las universidades públicas, que históricamente han sido financiadas en gran parte por el Estado, ahora se enfrentan a un futuro incierto bajo esta política de austeridad.

El comunicado también incluye una crítica directa a una serie de figuras de la política argentina, como Cristina Kirchner, Sergio Massa, Elisa Carrió, Martín Lousteau y Horacio Rodríguez Larreta, a quienes Milei acusa de formar un "frente de izquierda populista" con el objetivo de frenar su plan económico.

"El Poder Ejecutivo celebra el sinceramiento de los dirigentes que han decidido unirse públicamente en defensa de los privilegios de la dirigencia política", se lee en el documento. Esta declaración ha generado un fuerte rechazo desde la oposición, que rápidamente negó la existencia de un acuerdo multipartidario en su contra.

La acusación de Milei sobre la creación de un frente opositor no tardó en recibir una respuesta. Voceros de distintos sectores políticos negaron que exista una coordinación entre estas figuras y señalaron que nunca antes un presidente había "propuesto" la creación de una coalición en su contra. Sin embargo, la estrategia de Milei parece ser consolidar su posición como outsider, un rol que le ha dado notoriedad y apoyo entre sectores desencantados con la clase política tradicional.