Hay algo que empezó a aparecer en los tickets de los súper de Pilar, y muchos vecinos no entienden bien de dónde salió. Lo más curioso es que ese extra no tiene que ver con las fiestas, ni con aumentos de proveedores. Es una decisión municipal, y lo que implica puede cambiar fuerte la forma en que compramos en el distrito.
Desde el 1° de diciembre, el municipio que conduce Federico Achával puso en marcha una nueva modalidad para la conocida Tasa de Protección Ambiental. Hasta noviembre era un monto fijo —había llegado a unos $69—, pero con la Ordenanza Fiscal 2026 ahora ese esquema fue reemplazado por una alícuota del 2% aplicada sobre cada operación, neta de IVA.

Es simple: si comprás en un supermercado o hipermercado dentro de Pilar, el ticket te va a sumar ese 2% a supermercados sí o sí. No hay absorción posible por parte de las cadenas. Lo confirmó incluso una empresa consultada, que directamente dijo que “no existe otra alternativa” más que trasladarlo al cliente.
El tributarista César Litvin lo explicó de manera bastante directa: cualquier vecino que compre en Pilar paga automáticamente un 2% más caro. Los comercios no tienen margen, y la tasa está pensada para que ellos actúen como agentes de percepción, es decir, recauden la tasa y la depositen.
Pero Litvin planteó otro punto que está generando bastante ruido: la competencia desleal. ¿Por qué? Porque solo los súper están alcanzados por la medida, mientras que otros comercios que venden productos similares no. Eso genera un mercado desparejo, castiga a quienes trabajan en regla y, en última instancia, afecta al consumidor.
La decisión del municipio no pasó desapercibida. El ministro de Economía, Luis Caputo, salió a cuestionar públicamente la medida y la contrastó con el rumbo nacional, que —según dijo— apunta a bajar impuestos, no a sumar nuevos. En redes fue todavía más duro: “No van a aprender nunca. No les interesa la gente”.
El caso de Pilar se suma a un movimiento más amplio: varios municipios del conurbano y otras provincias están subiendo tasas para compensar la caída real de recaudación. En Berazategui, por ejemplo, se aplicaron subas de hasta 80% en ABL y habilitaciones. En Quilmes y Lanús los aumentos van del 40% al 45%, y en Lomas de Zamora empresarios ya hablan de impactos que podrían llegar al 200% en algunos casos.
La nueva alícuota del 2% convierte a cada compra en el súper en un gasto un poco más alto, en un momento donde cada peso cuenta. Además, suma burocracia y genera diferencias entre comercios que ofrecen productos parecidos.
La discusión seguirá, pero lo cierto es que, si comprás en un supermercado de Pilar, este cambio ya está en tu ticket. Y es clave entender de dónde salió y qué implica, porque afecta directamente el costo de tu día a día.