Esa es la pregunta que muchos se hacen mientras se acerca la fecha clave para definir los frentes electorales. Lo que ocurre en las próximas horas puede cambiar el mapa político bonaerense. Y no todos están de acuerdo.
Con la mira puesta en las elecciones del 7 de septiembre, el presidente Javier Milei desembarca este jueves en La Plata con una meta clara: marcar presencia en la Provincia de Buenos Aires (PBA), bastión del kirchnerismo. Pero mientras prepara su primer acto proselitista en el distrito, las negociaciones con el PRO se empantanan. Las diferencias no son nuevas, pero ahora se hicieron más visibles.
Aunque desde ambos sectores aseguran que el acuerdo “todavía es posible”, los cruces son cada vez más ásperos. El principal punto de conflicto está en la conformación de las listas. Intendentes del PRO no quieren ceder lugares clave a los libertarios, temiendo perder control político en sus municipios. “No vamos a rifar nuestras bancas por un acuerdo apurado”, deslizan desde el entorno de Cristian Ritondo, referente amarillo en la PBA.
Del otro lado, Sebastián Pareja, armador bonaerense de La Libertad Avanza (LLA), enfrenta reclamos internos por parte de sectores libertarios que quieren más protagonismo en las decisiones. Aunque en su espacio buscan mantener una postura firme, la tensión crece: todos quieren un lugar en la foto, pero no hay lugar para todos.
El evento que este jueves reunirá a más de 1200 personas en La Plata —con Milei como orador principal— será una prueba de fuego. No solo marcará el inicio formal de la campaña de LLA en territorio bonaerense, sino que también servirá para medir el músculo político del oficialismo en un terreno adverso. También estarán presentes ministros, legisladores y dirigentes locales.
¿Habrá señales claras de un acuerdo con el PRO? Por ahora, no. Lo que sí hay es expectativa. Y mucha rosca detrás del escenario.
Mientras se debate el armado electoral, la política bonaerense se sacudió por otro tema: la media sanción del Senado provincial al proyecto que habilita la reelección indefinida de legisladores. Desde la Casa Rosada salieron con los tapones de punta. Guillermo Francos calificó la movida como “un retroceso” y Manuel Adorni la vinculó con “la vieja política que no quiere soltar el poder”.
Para los libertarios, este tema se convierte en un insumo de campaña. Aunque admiten que no les “preocupa”, sí reconocen que les da un mensaje potente: ellos representan el cambio, mientras el PJ sigue aferrado al poder.
El reloj corre. Falta poco para el cierre de alianzas en la PBA y el escenario sigue abierto. Si el PRO y LLA no se ponen de acuerdo, podrían enfrentarse entre sí, debilitando sus chances frente al peronismo. Pero si logran una fórmula común, podrían dar pelea.
Por ahora, todo depende de que bajen las tensiones y se ordenen los reclamos. En el mientras tanto, Milei pisa fuerte en el Conurbano y lanza un mensaje claro: la batalla por la provincia más grande del país ya empezó. Y no todos están preparados para lo que viene.
