Cuando se habla de poder dentro del gobierno de Javier Milei, la figura de Karina Milei se destaca por encima de las demás. Como secretaria general de la Presidencia, tiene el control de las decisiones clave, y cualquier paso importante pasa por su filtro. Su estilo, marcado por la centralización, le ha permitido construir un círculo íntimo de confianza que le otorga una enorme influencia.
Este rol le ha permitido tomar decisiones que impactan directamente en el gabinete y en la estructura misma de la Casa Rosada. Karina Milei se ha encargado de realizar ajustes en áreas clave, siguiendo una línea similar a la de Cristina Fernández de Kirchner en su momento. Al igual que la ex presidenta, Milei tiene un ojo crítico para los "funcionarios que no funcionan", lo que ha quedado claro con las recientes salidas de figuras importantes del gabinete, como el secretario de Prensa, Eduardo Serenellini. La gestión de Karina Milei tomó un giro crucial al poner bajo su completa responsabilidad al vocero presidencial, Manuel Adorni, quien ahora lidera la comunicación del gobierno.
En medio de este ajuste, José Rolandi, el vicejefe de Gabinete, está en el centro de las especulaciones. Los rumores sobre su salida comenzaron a tomar fuerza cuando Karina Milei ordenó trasladar la Vicejefatura de Gabinete a un edificio anexo en Avenida Diagonal Norte, lo que ha generado incertidumbre sobre el futuro del funcionario. Este movimiento tiene como objetivo concentrar a los miembros del equipo de la Secretaría General dentro de la Casa Rosada y reubicar a otros sectores en edificios externos, como el área de Comunicación, que sigue bajo la supervisión de Adorni, y el sector de Innovación, ligado a la Jefatura de Gabinete de Guillermo Francos.
El panorama se complicó aún más por la ausencia de José Rolandi en una reunión clave encabezada por Karina Milei, donde participaron figuras como el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y Eduardo "Lule" Menem, quien es uno de los hombres más cercanos a "El Jefe". Durante este encuentro, se definió la estrategia para la primera sesión del año en la Cámara de Diputados, donde se debatirá la suspensión de las PASO, un tema crucial para el futuro del oficialismo.
A esta situación se le suman otros indicios de un alejamiento, como la eliminación de José Rolandi y Lisandro Catalán de un chat de WhatsApp en el que participan ministros y secretarios. Además, ambos fueron ausentes en la primera reunión de Gabinete del año encabezada por el presidente Javier Milei.
En paralelo, otro movimiento extraño fue la custodia que se asignó al despacho del asesor presidencial Santiago Caputo, conocido como parte del "triángulo de hierro" del gobierno. Esta medida fue tomada por María Belén Agudiez, secretaria privada de Karina Milei, quien ordenó que se prohíba la circulación de periodistas cerca de la oficina de Caputo, una señal clara de los ajustes internos que se están llevando a cabo en el círculo de poder.
Con la mirada puesta en el futuro, Karina Milei sigue diseñando la estrategia parlamentaria, y esta semana autorizó la creación de una mesa política que incluirá a las provincias. Los encargados de coordinar esta mesa serán Sebastián Pareja, presidente de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, y Pilar Ramírez, titular del bloque en la Legislatura porteña. La idea es impulsar una agenda común para todas las provincias, reforzando temas como la seguridad y el sistema de salud.
A medida que estos cambios se van sucediendo, Karina Milei demuestra una vez más por qué es una de las figuras más poderosas dentro de la Casa Rosada, capaz de reconfigurar el gobierno a su imagen y semejanza.
