¿Qué pasó en el radicalismo cordobés esta semana? Una reunión con asado, rosca política, peleas internas, amenazas judiciales y un bloque que se rompió. Todo eso ocurrió en solo siete días y dejó al rojo vivo la interna de la UCR en Córdoba.

El sábado pasado, en la casa de Alejandra Ferrero, empezó a gestarse lo que hoy tiene en vilo al radicalismo cordobés. Entre choripanes y discusiones, se tomó una decisión que pateó el tablero: no aceptar los tiempos que quiere imponer Ramón Mestre para definir los candidatos de la UCR a Diputados.

Desde ese momento, no pararon los cruces. Los cercanos a Rodrigo de Loredo —los llamados deloredistas— acusan a Mestre de querer apurar una interna por fuera del estatuto. Y del otro lado, ya hablan de llevar la disputa a la Justicia si el lunes no se define el cronograma electoral. Todo indica que el martes podrían ir directo a la Justicia Electoral.

Pero eso fue solo el comienzo. El viernes, el conflicto escaló al Congreso. Desde Córdoba presionaron para frenar la Convención Nacional de la UCR, en una jugada coordinada con dirigentes porteños. Y mientras tanto, estalló otro conflicto: el bloque radical se partió.

La excusa fue la comisión investigadora del escándalo cripto. Los nombres que propuso De Loredo para integrar ese grupo —Karina Banfi, Soledad Carrizo y Miguel Nieri— no cayeron bien en Casa Rosada, que quería otros perfiles. También hubo presiones de Julio Cobos, que quería su lugar. De Loredo los bloqueó a todos, pero no pudo evitar la fuga: seis radicales "con peluca" se fueron y armaron su propio bloque, la Liga del Interior.

Este nuevo espacio ahora tiene dos sillas en la comisión cripto y mantiene diálogo con el PRO. Aunque, por ahora, nadie se moverá hasta que se aclare el panorama en CABA y Buenos Aires.

Mientras tanto, algunos deloredistas, como Luis Picat, quieren apurar un acuerdo con los libertarios para reposicionar a De Loredo como el líder de una nueva alianza. Pero hasta dentro del radicalismo hay dudas. Los mestristas creen que ya fue, y otros más cercanos a De Loredo aseguran que todavía queda juego.

En paralelo, desde el peronismo provincial juran que no habrá acuerdo entre De Loredo y la lista de Milei. Dicen que hay un compromiso para evitarlo. Pero los movimientos en el Congreso dejan la puerta abierta: en el Senado, Alejandra Vigo rechazó pliegos clave, y en Diputados, los cordobeses ayudaron con el quórum pero se corrieron al votar.

“Milei está cayendo en Córdoba”, admiten desde el PJ. Y eso modifica los apoyos. Hay rosca, internas, alianzas cruzadas y mucho en juego. La pregunta que queda flotando es: ¿quién se queda con la lapicera en la UCR cordobesa? La respuesta, en los próximos días.