El 18 de febrero, una delegación rusa liderada por el ministro de Relaciones Exteriores Sergey Lavrov se reunió en Arabia Saudita con funcionarios de Estados Unidos para hablar sobre el fin del conflicto armado en Ucrania. Esta reunión, marcada por el deseo de alcanzar un pacto de paz, es un paso clave en la búsqueda de una solución duradera para la guerra que ya lleva años afectando a la región.
Durante la reunión, las delegaciones de Estados Unidos y Rusia expresaron su voluntad de poner fin al conflicto en Ucrania, destacando la importancia de un pacto de paz que permita estabilizar la situación. Aunque Sergey Lavrov calificó las conversaciones como “no malas”, reconoció que aún es incierto si los intereses de ambas potencias están lo suficientemente alineados para llegar a un acuerdo real.
Este encuentro fue el primero de su tipo desde el inicio de la intensificación del conflicto, lo que lo convierte en un hito relevante. A pesar de que no estuvieron presentes representantes de Ucrania, las discusiones incluyeron temas cruciales como un posible alto el fuego, la celebración de elecciones en Ucrania y un futuro acuerdo de paz.
Aunque algunos analistas diplomáticos vieron la reunión como un avance, la ausencia de Ucrania en las conversaciones generó dudas. Según la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Tammy Bruce, una llamada telefónica seguida de una reunión no garantiza que se logre una paz duradera. Sin embargo, el hecho de que Estados Unidos y Rusia se sentaran a la mesa abre la puerta a futuros diálogos que, con el tiempo, podrían incluir a Ucrania.
Uno de los temas más controvertidos fue la posibilidad de celebrar nuevas elecciones en Ucrania, una propuesta que tanto Estados Unidos como Rusia consideran clave para estabilizar el país. Sin embargo, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenski se opuso tajantemente a un acuerdo que no cuente con la participación de su gobierno, calificando a Vladimir Putin de “mentiroso” y asegurando que Rusia no busca realmente la paz.
La situación sigue siendo delicada, con varios actores internacionales involucrados. En Europa, aliados como el primer ministro británico Keir Starmer han expresado su disposición a enviar tropas a Ucrania para garantizar su seguridad, especialmente si se llega a un acuerdo de paz que implique elecciones. Esta postura resalta el interés de Europa en proteger la estabilidad de Ucrania dentro del marco de cualquier posible acuerdo.
Sergey Lavrov también mencionó que la reunión podría abrir la puerta a una futura cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin, lo que podría acelerar el proceso hacia una solución. Sin embargo, la perspectiva de una reunión entre estos dos líderes parece aún lejana, lo que deja en el aire el futuro de las negociaciones.
A medida que las conversaciones continúan, los desafíos no desaparecen. La propuesta de elecciones en Ucrania, sin la participación del gobierno ucraniano, es solo una de las muchas dificultades que podrían surgir en las próximas semanas. Sin embargo, el hecho de que Estados Unidos y Rusia continúen dialogando es una señal positiva de que, al menos por el momento, hay disposición para buscar una salida pacífica al conflicto.
Aunque aún no hay certezas, la posibilidad de que se logre un acuerdo de paz sigue siendo un tema central en la política internacional. Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿están realmente Estados Unidos, Rusia y Ucrania dispuestos a hacer los sacrificios necesarios para poner fin a la guerra?
