La cuasimoneda emitida por el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, dejará de circular el 31 de diciembre. Esta moneda, conocida como "chacho", comenzó a circular el 1 de julio con la intención de reactivar la economía provincial, pero nunca cumplió con las expectativas.
A pesar de que la medida fue respaldada por la mayoría en la Legislatura provincial, el gobernador no logró convencer al presidente Javier Milei, quien se mostró firme en que el Gobierno Nacional no respaldaría la moneda. La respuesta de Milei fue tajante: las cuasimonedas "no serán rescatadas".
La emisión de los "chachos" fue impulsada por la falta de recursos en la provincia, ante la negativa de realizar ajustes en el gasto público. Quintela optó por la emisión de esta cuasimoneda como una solución a los problemas financieros, sin embargo, la medida no tuvo los resultados esperados.
Según el ministro de Hacienda, Jorge Quinteros, la provincia pagará un bono de $300.000 en cuatro cuotas a los empleados públicos. La emisión de "chachos" fue autorizada por un monto de $22.500 millones, de los cuales el 30% podría destinarse al pago de salarios.
Aunque la idea inicial era que los "chachos" impulsaran el consumo local, la realidad fue muy diferente. La falta de respaldo y la desconfianza de los ciudadanos provocaron que la cuasimoneda perdiera rápidamente su valor.
Quintela, al igual que otros funcionarios del gobierno, defendió la medida como una forma de potenciar el circuito financiero provincial. Sin embargo, la economía de La Rioja no experimentó la reactivación prometida.
La fallida emisión de los "chachos" deja lecciones sobre los peligros de emitir dinero sin respaldo y de tomar decisiones populistas sin analizar sus consecuencias. A medida que la fecha límite para la circulación de los "chachos" se acerca, la provincia se prepara para enfrentar las repercusiones de esta medida.
