El 30% de la clase media argentina se enfrenta a la amenaza de caer en la pobreza debido al impacto de la inflación en el país. Esto ha llevado a que servicios que antes eran considerados esenciales, como la medicina prepaga, experimenten una disminución en la demanda. Por primera vez desde 2001, las cancelaciones de estos servicios superan a las inscripciones.
El primer servicio que disminuyó fue el de las empleadas domésticas, cuyas horas se redujeron o se dejaron de contratar debido a las dificultades económicas de muchas familias de clase media. Esto se ha agravado por el aumento de los alquileres y los costos alimentarios.
La educación privada también ha sido afectada, ya que muchas familias ya no pueden pagar colegios bilingües u otros servicios educativos. Esto plantea la preocupación de que la generación actual no pueda superar en posesión de bienes y servicios a sus padres, algo que no ocurría en Argentina en al menos 80 años.
Los seguros de salud o medicina prepaga, que antes eran considerados accesibles, ahora son vistos como prohibitivos debido a la inflación. Por primera vez, la cantidad de cancelaciones de afiliados supera a las inscripciones en los últimos meses, lo que refleja la crisis en este sector. Además, la disponibilidad de especialistas médicos en estas prepagas es cada vez más limitada.
Esta situación ha llevado a un aumento en la demanda de hospitales públicos, donde la disponibilidad de turnos también es un problema. La falta de especialistas en prepagas y el aumento de los costos están impulsando a algunos afiliados a buscar atención médica en el sector público o pagar por consultas particulares, incluso cuando ya están pagando sus cuotas mensuales.
Un estudio de la Fundación Colsecor revela que el 34% de quienes se atienden en hospitales públicos tienen una obra social o prepaga y utilizan ambos sistemas de salud indistintamente. El 32% utiliza exclusivamente el sistema privado, mientras que el 26% se atiende de forma gratuita en hospitales públicos.
La Unión Argentina de Salud (UAS) reconoce la crisis de especialistas que abandonan las prepagas debido a la insuficiente financiación del sistema. Los especialistas se ven obligados a buscar mejores condiciones de pago o atender pacientes de forma particular.
En resumen, la inflación en Argentina está afectando gravemente a la clase media, lo que ha llevado a la reducción de servicios esenciales como la medicina prepaga y un aumento en la demanda de servicios de salud públicos.