El cuerpo carbonizado de Eduardo Fernando Ceballos, de 55 años, fue hallado en una garita abandonada de Vicente López, lugar que usaba como hogar. La investigación reveló que su conocido, Moisés Alejandro Sepúlveda, de 44 años, lo golpeó y prendió fuego tras una acalorada discusión política.
Vecinos alertaron a las autoridades al ver el incendio en la madrugada del martes. Aunque inicialmente se creyó que el fuego pudo ser accidental, los testimonios de residentes y las cámaras de seguridad orientaron la pesquisa hacia un asesinato.
Sepúlveda, también en situación de calle, fue detenido con un encendedor entre sus pertenencias y confesó haber incendiado la garita tras la disputa. Según los vecinos, el acusado era un militante político y solía compartir el lugar con la víctima.
La autopsia confirmó un golpe previo al incendio, lo que indica que Ceballos fue atacado antes de ser quemado. Las autoridades catalogaron el hecho como homicidio calificado por ensañamiento y alevosía.
Ceballos era conocido en el barrio, donde ofrecía vigilancia informal. No tenía familiares, por lo que el municipio gestionó su sepelio. Vecinos fueron clave en su identificación y en proporcionar datos que permitieron detener al acusado.
Este trágico caso pone de manifiesto la vulnerabilidad de las personas en situación de calle y la escalada de violencia en un contexto de polarización política.
