Las mil tumbas de Klaukol, Espinoza y Magario en La Matanza: un barrio donde todos mueren de cáncer

06-09-2023   Por: Crítica Argentina

La Matanza es el municipio más poblado del país, por encima de grandes capitales provinciales como Córdoba y La Plata, e inclusive también que la mítica Rosario. Como en toda gran urbe, pasan cosas jodidas y si estás en el corazón del Conurbano profundo, muchas más. Vivir en La Matanza es una aventura difícil de describir periodísticamente y mucho más complicado para entender desde otras ciudades del país.

La historia que hoy comenzaremos a contar aquí tendrá múltiples capítulos (este es apenas el primero) y es tan apasionante como horrorosa. La investigación comenzó hace un tiempo y es tal la cantidad y variedad de información relevante obtenida por nuestros periodistas, que nos costó mucho seleccionar los temas. Para un profesional de los medios, suele ser difícil conseguir datos claros y contundentes sobre temas escabrosos, pero aquí sobran y aterran. Y están documentados.


La Matanza de sus propios ciudadanos


Susana Aranda vive en el barrio Las Mercedes, ubicado junto a la planta de Klaukol en la localidad de Virrey del Pino, en el fondo del partido de La Matanza. Allí residen en condiciones infrahumanas unas mil familias que luchan como pueden, con muy pocas armas, contra los inabarcables poderes de una empresa internacional multimillonaria, que parece hacer un culto satánico de la contaminación ambiental extrema; un municipio y un intendente que cubren y protegen a esos empresarios inescrupulosos; una justicia cómplice, cínica y ensobrada; y unos medios de comunicación que huelen pauta y esconden muerte.

Cuando en 1978 Klaukol le compró el tambo a un señor de apellido Trejo, el barrio Las Mercedes ya estaba instalado en su entorno. En 1980, empezó a producir la empresa, que por entonces estaba en manos de unos tanos mucho más cuidadosos del ambiente que los actuales propietarios. Desde el 2000, cuando la compró el grupo francés Párex, el descontrol se apoderó de Klaukol y del barrio. 

En los años posteriores la gente de Las Mercedes empezó a sufrir enfermedades respiratorias y renales graves y se sucedieron las muertes por diferentes tipos de cánceres, leucemias, plomo en sangre, infecciones y una multiplicidad de padecimientos:


  • La enorme mayoría de las personas que son parte de las mil familias que viven allí están enfermas gravemente.
  • Las muertes se suceden día a día.
  • Hay casas deshabitadas porque fallecieron todos los integrantes de las familias que vivían allí, todos por cáncer, y nadie se anima a habitarlas.

La complicidad del intendente Fernando Espinoza, la vicegobernadora y ex intendenta Verónica Magario y gran parte del poder político matancero, probablemente basada en cuestiones de embolsillamiento crónico agudo y despiadado, contribuyen de manera contundente al ocultamiento de un drama extraordinario que se parece demasiado a un genocidio silencioso, urdido desde los poderes económico, político, judicial y mediático, en detrimento de una población pobre, devastada y ocultada intencionalmente.

Nosotros no descubrimos este tema, solamente lo volvemos a contar para visibilizarlo. Desde hace más de una década, varios medios de comunicación valientes, serios y arriesgados, produjeron y difundieron informes de muy buena calidad periodística, que han sido literalmente tapados, así como los múltiples estudios de prestigiosos organismos como el Conicet, Acumar, algunas universidades, OPDS y muchos otros, que certificaron científicamente esta verdadera matanza a cielo abierto. Todos fueron minimizados u ocultados, bajo la infame consigna de “la plata tapa cualquier verdad”.


La primera perlita de una joyería entera


Como muestra basta un botón”, decían nuestros abuelos. Por eso, te contamos una de las mil atrocidades que encontramos en esta larga y muy documentada investigación periodística: una Resolución municipal autoriza a Klaukol a tirar en la zanja de la calle que contornea a la empresa, sus residuos líquidos. Es una verdadera locura que eso ocurra, pero mucho más si está plasmado en un instrumento administrativo comunal.

Pues bien, para otorgarle aún más entidad a semejante atropello a la razón, a las leyes y a la comunicación, ¿saben quién firma esa Resolución?: El director de Industrias y Medio Ambiente de la Municipalidad de La Matanza, Raúl Magario, padre de la actual vicegobernadora y ex intendenta del municipio, Verónica Magario


Sika y los subsidios para cuidar el ambiente


Klaukol es considerada una de las marcas líderes en el mercado local de adhesivos y pastinas destinadas a la colocación de cerámicos, con un portfolio de 22 productos diferentes. Hasta 2018, el propietario de Klaukol era la empresa francesa Parex, a su vez controlada por el fondo CVC Fund, que en enero de 2019 selló un acuerdo de venta de todos sus activos globales con el conglomerado suizo Sika, también con presencia en la Argentina.

La transacción involucró un monto cercano a los 2.200 millones de euros e incluía los activos de CVC en el mercado argentino a partir de su presencia en el negocio de la construcción, con dos de las marcas más importantes en el segmento de los adhesivos e impermeabilizantes. Se trata de la fabricante de productos adhesivos orientados a la colocación de pisos y revestimientos cerámicos en base a una mezcla en polvo de cemento, arena, resinas sintéticas y aditivos especiales y que también elabora la marca de revestimientos Revear.

El Grupo Sika, se presenta como una empresa líder en el desarrollo y fabricación de productos químicos y soluciones para la construcción y la industria, con filiales en 101 países y más de 300 fábricas en todo el mundo. Sika se dedica a la elaboración de productos químicos para la construcción y la industria manufacturera orientados a impermeabilizar, adherir, amortiguar y proteger estructuras. Tiene sede en la ciudad suiza de Baar.

Sika Argentina fue una de las primeras filiales del grupo, que hoy cuenta en nuestro país con 440 empleados y 8 plantas industriales distribuidas en La Matanza, Tucumán, San Luis, Rosario, Cipolletti y Córdoba.


¿Thomas Hasler, el CEO de Sika, sabe que en Argentina su fábrica mata personas?


El Consejo de Administración de Sika designó el 1° de Mayo de 2021 a Thomas Hasler, hasta entonces Head Global Business and Industry, como su nuevo CEO. Sucedió a Paul Schuler, que se convirtió en Miembro de la Junta del Grupo Sika. Thomas Hasler lleva en Sika 32 años años y ha sido miembro del Group Management desde 2014. 

Thomas comenzó su carrera en Sika como químico investigador para adhesivos industriales. En 2005, se incorporó a Sika USA, asumiendo el cargo de Vicepresidente Senior de Automotive North América, un cargo que lo llevó al siguiente nivel como Head Global Automotive de 2011 a 2013. 

Desde 2014 a 2017, Thomas fue Director de Tecnología del Grupo Sika y gestionó la transformación de la I + D hacia una mentalidad orientada al valor al valor del cliente y una integración de nuestras tecnologías principales en 20 Centros Globales de Tecnología en todo el mundo.

Thomas ha jugado un papel clave en el desarrollo y ejecución de la exitosa estrategia de crecimiento de Sika. Sus contribuciones al éxito de Sika incluyen el impresionante crecimiento en los mercados de Industria y Automoción, así como el liderazgo a la hora de apoyar e integrar empresas como Colauto, Schönox, Axon, Faist y Cevo-Hengxin.