En Argentina, el acceso a la vivienda se ha convertido en un desafío difícil de superar, especialmente para los adultos mayores. Según un informe de la Fundación Tejido Urbano, más de 359.000 adultos mayores recurren al alquiler para habitar una vivienda, más del doble que hace 20 años.

Este fenómeno, conocido como "inquilinización", refleja un problema habitacional que se suma a otros, como la cobertura de salud y las dificultades económicas. Los adultos mayores enfrentan obstáculos significativos para adquirir una propiedad, debido a la falta de créditos hipotecarios accesibles y la caída salarial.

Datos clave

- 7,25% de la población mayor de 60 años en Argentina vive en alquiler.

- 6,58% del total de inquilinos a nivel nacional son adultos mayores.

- La ciudad de Buenos Aires presenta la proporción más alta de adultos mayores inquilinos.

- 33% de los adultos mayores inquilinos nacieron en otra provincia o país.

Los adultos mayores inquilinos enfrentan una situación económica precaria, con ingresos mensuales que oscilan entre $135.000 y $276.500. Después de cubrir el alquiler, les queda poco margen para satisfacer necesidades básicas como alimentación y medicamentos.

Es necesario desarrollar una política habitacional enfocada en la vejez, que aborde no solo la vivienda, sino también temas como la soledad, movilidad y precariedad económica. La cooperación entre gobiernos nacionales y provinciales es clave para lograr una solución integral.