La relación entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof está atravesando un momento de tensión y distanciamiento. En un evento reciente, la expresidenta mostró una actitud fría hacia el gobernador, lo que refleja un vínculo que ya no es tan fluido como antes.
El 27 de diciembre de 2022, durante la inauguración del polideportivo Diego Maradona en Avellaneda, ambos líderes compartieron el escenario. En ese entonces, Kicillof impulsó la candidatura de Kirchner para las elecciones presidenciales, destacando su lealtad política. Sin embargo, esa cercanía ha cambiado drásticamente.
Hoy, la relación se define como "intermitente y poco frecuente", según un dirigente cercano a la expresidenta. Los encuentros son cada vez menos, y la conexión que antes existía ha disminuido notablemente. Un exfuncionario ha comentado que "el tango se baila de a dos", sugiriendo que el distanciamiento es mutuo y que hay "temas sin resolver" que generan malestar.
Durante un evento en Merlo, la falta de atención de Kirchner hacia Kicillof fue evidente. No solo evitó mirarlo, sino que no hizo mención a sus políticas ni a su papel en la oposición al Gobierno de Javier Milei, marcando una clara separación. Este episodio dejó al gobernador en una posición incómoda, lejos del círculo cercano de la expresidenta.
En La Plata, los comentarios sobre cómo se gestionó la presencia de Kicillof en el acto no fueron positivos. Enterándose del evento a último momento, su participación fue considerada superficial. Además, fue colocado en un lugar que evidenció su relegación, detrás de figuras como Mayra Mendoza, con quien mantiene un conflicto.
La frustración en el entorno de Kicillof crece. La percepción de que la expresidenta lo está menospreciando es palpable, y se teme que esta situación complique las dinámicas internas del peronismo. La posibilidad de una única lista de diputados nacionales ha añadido presión a la ya frágil relación entre los grupos que apoyan a Kicillof y a La Cámpora.
A medida que avanza el tiempo, el enojo y la desconfianza entre los aliados de Kicillof aumentan, visibilizando un conflicto interno que podría escalar en el futuro. La lucha por los votos de Cristina sigue siendo un tema central en esta compleja relación política.