¿Por qué una recorrida de campaña en Formosa terminó con una legisladora embarrada y golpeada? Esa es la pregunta que se hacen muchos tras los dichos de Agostina Villaggi, diputada provincial de la UCR, quien denunció haber sido agredida físicamente durante una actividad barrial en el Lote 111. El hecho ocurre justo en la previa de las elecciones para convencionales constituyentes, y ya generó fuertes repercusiones a nivel nacional.
La palabra clave principal en esta historia es violencia política. Y este caso reaviva una preocupación creciente: ¿es posible hacer campaña sin miedo en ciertos distritos del país?
Según relató la propia Villaggi en sus redes, todo ocurrió cuando participaba de un “locrazo” con vecinos del Lote 111. En ese contexto, asegura que fue atacada por una patota que —según sus palabras— responde a Marcelo Sosa, actual concejal y candidato a renovar su banca.
“A mí me tiraron al piso, me pegaron, me metieron el dedo en el ojo, me agarraron de los pelos”, contó la diputada en un video que se viralizó rápidamente.
Además, remarcó que la policía estuvo presente pero no actuó: “Tuve mucho miedo. Me tiraron al barro y nadie hizo nada”, señaló.
La legisladora apuntó directamente contra Sosa, a quien responsabiliza por el clima de violencia en el barrio. Lo acusó de tener “zona liberada” y de usar el miedo como herramienta política. Aunque desde su entorno no hubo respuesta pública inmediata, el silencio llamó la atención.
La UCR no tardó en pronunciarse. Emitieron un comunicado donde responsabilizan al gobierno provincial de Gildo Insfrán y al Ejecutivo nacional por la seguridad de los dirigentes opositores. Para el partido centenario, este hecho confirma un patrón: agresiones sin consecuencias para quienes militan fuera del oficialismo.
Además, remarcaron que no se trata de un caso aislado. “Hay antecedentes de intimidación y ataques organizados”, afirmaron, y agregaron que la policía local muestra una “preocupante complicidad”.
Todo esto ocurre días antes de unas elecciones clave: este domingo se elegirán 30 convencionales constituyentes, 15 diputados provinciales y numerosos concejales, incluyendo los de la ciudad de Formosa.
El oficialismo buscará retener nueve bancas, mientras que la oposición —entre ellas la de la propia Villaggi— quiere renovar seis. La tensión en las calles refleja lo que está en juego en las urnas.
Agostina Villaggi ya presentó una denuncia formal y pidió protección. Mientras tanto, referentes de la UCR de todo el país expresaron su apoyo. Pero la pregunta que queda abierta es: ¿habrá garantías reales para votar y hacer campaña en paz?
