¿Qué está pasando con los conflictos laborales en Argentina? En medio de la recuperación económica que impulsa el Gobierno de Javier Milei, un nuevo informe de la Secretaría de Trabajo revela un dato que sorprende: la conflictividad laboral alcanzó su punto más bajo en los últimos 20 años. Pero ¿qué factores explican esta caída y cuáles son sus implicancias para los trabajadores? Segí leyendo para descubrirlo.
El informe, elaborado por la Coordinación de Estudios de Relaciones de Trabajo, analiza los conflictos laborales ocurridos en 2024, como paros, cortes de rutas, bloqueos y ocupaciones. El dato más destacado es que, en el segundo semestre del año pasado, se registró uno de los niveles más bajos de conflictividad en el ámbito privado desde 2006.
Según el estudio oficial, se contabilizaron en promedio solo 14 conflictos con paro por mes, la cifra más baja en todos los segundos semestres del período analizado. Además, el promedio mensual de huelguistas fue de 15.155 trabajadores, un número que solo fue inferior en 2015, cuando hubo 13.350 huelguistas por mes.
¿Qué hay detrás de esta baja en los conflictos? El informe de la Secretaría de Trabajo indica que el 80% de los paros del segundo semestre de 2024 estuvieron motivados por reclamos salariales, salarios adeudados y despidos. Sin embargo, los conflictos por salarios impagos y despidos fueron los más bajos desde 2006.
Otro dato relevante es la evolución del salario real. En diciembre de 2024, el poder adquisitivo del salario medio del empleo privado registrado alcanzó su nivel más alto desde enero de 2020. El salario medio real creció un 1,6% en diciembre respecto al mes anterior, y acumuló un incremento de 18 puntos porcentuales en todo el año.
El estudio también destaca una disminución en las acciones más visibles de protesta. Durante el segundo semestre de 2024, se registraron en promedio 5 acciones de corte de ruta, bloqueo y ocupación de establecimientos por mes, el número más bajo de los últimos siete años. En comparación, en el mismo período de 2023, estas medidas se adoptaron en 9 ocasiones mensuales.
La combinación de menor conflictividad laboral y aumento del salario real plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de esta tendencia. Si bien el informe muestra una mejora en las condiciones económicas, también es necesario analizar cómo evolucionarán los indicadores en los próximos meses.
El Gobierno de Javier Milei celebra estos resultados como una señal de estabilidad, pero el verdadero desafío será mantener este escenario en un contexto económico que sigue siendo desafiante. ¿Será posible sostener la baja conflictividad laboral y el crecimiento del salario real en el largo plazo? Esa es la pregunta que queda abierta para los próximos informes.