La entrevista con Bloomberg abre la puerta a un análisis sobre su visión económica y las promesas que tiene para Argentina en un contexto de crisis.
Cuando Javier Milei llegó a Davos, la mirada del mundo estaba sobre él. En su primer gran encuentro, el presidente de Argentina no solo habló sobre su futuro político, sino que también desglosó su visión sobre la economía nacional. Su declaración más fuerte fue que está convencido de que ganará las elecciones legislativas y que, en ese contexto, podría levantar el cepo cambiario si consigue financiamiento.
Uno de los puntos más controversiales fue el tema de la pobreza. Milei se defendió diciendo que él no fue el responsable de los niveles de pobreza en el país. "Yo no creé la pobreza del 57%, yo la heredé", declaró. En su defensa, sostuvo que lo único que hizo fue "sincerarla" y que, a lo largo de su primer año de gestión, logró reducirla en 21 puntos. Según el presidente, este resultado muestra que el ajuste fiscal y las políticas que ha implementado han sido exitosas, aunque hay que tener en cuenta que la pobreza aumentó en los primeros meses de su gobierno.
Si bien los últimos datos indican una reducción de la pobreza en el segundo semestre de 2024, los números oficiales no se conocerán hasta marzo de este año. De todas maneras, Milei resaltó que su política económica fue un ajuste necesario que permitió mejorar la situación macroeconómica del país.
En cuanto a la economía, Javier Milei defendió su enfoque, alegando que, a pesar de los ajustes, la inflación bajó y la economía se expandió. Aseguró que los salarios en el mercado formal pasaron de 300 dólares a 1100 dólares y que el PBI per cápita aumentó un 120%. En su opinión, esto es una señal de que los argentinos viven hoy mucho mejor que antes de su gestión, y añadió que los niveles de aprobación de su gobierno rondan el 60%. "Si las elecciones fueran hoy, sacaríamos el 50% de los votos", afirmó, destacando que su gobierno tiene el consenso del pueblo, pero enfrenta resistencia por parte de los políticos.
Una de las promesas más destacadas de Milei en Davos fue su intención de levantar el cepo cambiario. Considera que este control sobre el dólar es "aberrante" y parte de un mecanismo de "expropiación" por parte del sector público. Sin embargo, dejó en claro que este cambio no se hará de inmediato, sino que dependerá de conseguir financiamiento y de lograr un equilibrio económico.
El presidente señaló que, si bien está comprometido a eliminar el cepo, para hacerlo de manera eficaz necesita reducir la inflación y la base monetaria. Además, destacó que el financiamiento podría acelerar este proceso, permitiendo una salida más rápida del cepo, que, de otra manera, sería más lenta y gradual.
Lo que está claro es que Javier Milei está firme en sus convicciones económicas. A medida que Argentina se enfrenta a un escenario económico complicado, el presidente sigue buscando soluciones, aunque no todas las promesas están libres de desafíos. El tiempo dirá si su enfoque realmente será la clave para mejorar la situación de pobreza y transformar la economía nacional, tal como prometió en su paso por Davos.