La disputa entre Patricia Bullrich y Victoria Villarruel no da tregua. Tras los polémicos cruces verbales, la situación del gendarme Nahuel Gallo, detenido en Venezuela, escaló las tensiones entre la ministra de Seguridad y la vicepresidenta. ¿Qué hay detrás de este enfrentamiento?
Todo comenzó cuando Nahuel Gallo, un joven gendarme, fue detenido en Venezuela mientras visitaba a su hijo y su pareja. Este incidente generó preocupación en el país y fuertes reclamos hacia el gobierno de Nicolás Maduro. Sin embargo, el conflicto interno estalló cuando Villarruel deslizó en declaraciones públicas que "jamás habría autorizado a un gendarme a ir a Venezuela" y calificó el hecho como una "consecuencia obvia".
Esta afirmación no pasó desapercibida. Bullrich, visiblemente molesta, respondió en Radio Rivadavia acusando a Villarruel de lanzar comentarios "mala leche" y fuera de lugar en un momento crítico. Según la ministra, las declaraciones de la vicepresidenta no solo fueron inoportunas, sino que también faltaron a la solidaridad necesaria en medio de una crisis nacional.
En su descargo, Bullrich subrayó que no está dentro de sus funciones aplicar sanciones ni tener control sobre los viajes personales de los gendarmes. La ministra calificó los dichos de Villarruel como "mezquinos" y afirmó que esperaba un gesto de apoyo en lugar de críticas públicas. "Nunca me llamó para preguntar cómo podía ayudar. Eso hubiera sido lo correcto", agregó.
Además, Bullrich cuestionó la falta de visión política de Villarruel en este contexto: "Cuando el país está en crisis, no se puede perder la grandeza. Esto no es un ataque personal, es una situación que afecta a todos los argentinos".
La detención de Nahuel Gallo en Venezuela generó repercusiones tanto en el ámbito político como en la sociedad. Mientras que algunos sectores exigen sanciones más firmes contra el régimen de Maduro, otros advierten sobre los riesgos diplomáticos que esto podría implicar. En medio de este panorama, el enfrentamiento entre Bullrich y Villarruel dejó al descubierto las tensiones internas en el oficialismo.
El caso Bullrich contra Villarruel plantea interrogantes sobre la estrategia del gobierno frente a la crisis en Venezuela y la unidad interna del oficialismo. Por ahora, el gendarme Nahuel Gallo sigue detenido, y las críticas cruzadas parecen lejos de resolverse.
¿Será este episodio un punto de inflexión en la relación entre la Casa Rosada y el Senado? El tiempo lo dirá. Mientras tanto, los ojos de la ciudadanía están puestos en cómo avanzará el caso y si las diferencias internas podrán ser superadas en favor de una solución conjunta.