Algo pasó en el cocktail de fin de año de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina, y todavía nadie termina de digerirlo. Una frase inesperada, tirada casi al pasar, dejó al salón en silencio y abrió una pregunta que todavía está flotando. Pero antes de contarte qué dijo, vale entender por qué esas palabras pesan tanto.

Durante el evento organizado por AmCham, el embajador estadounidense, Peter Lamelas, encaró el micrófono y sorprendió a funcionarios, empresarios y diplomáticos. Sin rodeos, contó una intimidad política que nadie esperaba escuchar tan directamente: “Donald Trump me dijo que viniera a ayudar a su amigo, Javier Milei”.

No fue un comentario aislado. Lamelas lo repitió varias veces, dejando claro que su llegada al país no es la de un embajador tradicional. Según él, no vino a “ayudar a cualquier gobierno”, sino específicamente a colaborar con “su amigo” Javier Milei. La escena, en un salón lleno de figuras del oficialismo, dejó la sensación de que la relación entre Milei y Trump no es solo afinidad ideológica: hay una conexión personal fuerte.

Entre los presentes estaban el jefe de Gabinete Manuel Adorni, el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo, el canciller Pablo Quirno, Santiago Caputo, Diego Santilli, Alejandra Monteoliva, Mario Lugones y el flamante ministro de Defensa Carlos Presti. También asistieron Alejandro Cacace y Fernando Brun, claves en la negociación del acuerdo comercial con Estados Unidos.

En su discurso, Peter Lamelas se mostró distinto al típico embajador norteamericano. Contó su historia personal, marcada por su salida de Cuba y su militancia anticomunista. Aseguró que, al estar retirado, no siente la obligación de mantener la neutralidad diplomática: “Tengo suficiente dinero ahora y puedo hacer lo que yo quiero. Y el presidente me llamó”.

La frase “Tenemos que apoyar este gobierno”, atribuida también a Trump, resonó fuerte entre los empresarios y funcionarios. Lamelas aseguró que el acuerdo comercial anunciado semanas atrás “se firmará pronto”, y destacó que su prioridad es acompañar tanto al gobierno de Milei como a las empresas estadounidenses que ya operan en el país.

Además, dejó picando otra idea: el deseo de ver a Trump visitando la Argentina en un futuro cercano.

Hacia el final, cerró con un mensaje optimista sobre el rumbo del país bajo Milei. Según él, Trump quiere colaborar porque ve una oportunidad en un gobierno que “entiende que necesitamos el capitalismo, el mercado y apoyar los negocios para que ustedes hagan dinero”.